El reinado de Las Tres Marías en el Valle de Arbas
El reinado de Las Tres Marías en el Valle de Arbas.
Una fascinante ruta circular que arranca en Casares de Arbas y que muestra una impactante panorámica del valle, recorriendo también el valle de Gistreo.
El Valle de Arbás guarda un espectacular y abrupto paisaje que es posible recorrer a través de numerosas rutas. Un entorno que forma parte de la Reserva de la Biosfera del Alto Bernesga, con varios picos y un embalse, el de Casares de Arbás. Es conocido también por su vía ferrata, situada en la peña del Castillo, en la localidad de Cubillas y por dar paso al puerto de Aralla, donde se encuentra uno de los miradores más impresionantes de la Montaña Central Leonesa, con una panorámica abierta a todo el valle.
Pero el recorrido de hoy arranca en Casares de Arbás y nos lleva a conocer a las tres peñas que presiden el norte del valle: María de los Corros (1.957 metros), María de Enmedio (1.913 metros) y el Palero (1.883 metros), más conocidas como las Tres Marías. La ruta parte desde el panel informativo del pueblo y sube por una pista bastante empinada en dirección norte, que a lo largo de dos kilómetros bordea estos imponentes farallones calizos.
A nuestras espaldas queda el pueblo de Casares con su embalse, un reservorio de agua donde pueden verse ejemplares de la fauna autóctona, como la garza real, el somormujo lavanco o el ánade azulón.
Tras el ascenso, llegamos a una pradera situada en la base del macizo de las Tres Marías, donde podemos observar un pequeño refugio. Es un espacio en el que es necesario hacer parada para contemplar las desmesuradas y cautivadoras peñas, que a pesar del tramo que ya hemos subido siguen alzándose aparentemente inalcanzables.
Todo el recorrido es muy transitable, caminamos a través de una pista que, después del descanso que aporta esta zona más llana, vuelve a empinarse y ahora sí, alcanzaremos el punto más alto de la ruta, la collada de Gistreo con 1634 metros de altitud. Un tramo de apenas unos tres kilómetros en el que ascenderemos 300 metros. Pero no importa si hay necesidad de parar, para recuperar el aliento podemos disfrutar de unas espectaculares vistas de la cara norte de las Tres Marías, con el pantano de Casares al fondo. Mirando al otro lado, desde esta altura tenemos de frente el Cuitu Negro y la estación de esquí Valgrande Pajares.
Ahora sí comienza el descenso, continuamos por la pista entre un bosque de pinos que, en días de calor se agradece para caminar a la sombra. Sin embargo, es una parte de la ruta con la que hay que tener cuidado en invierno por las heladas. Al final de la bajada nos encontramos en la parte alta del valle de Gistreo, regado por el arroyo de Viadangos que nos acompañará, quedando a nuestra izquierda mientras recorremos el valle.
Continuamos el descenso y cruzamos el arroyo a través del Puente del Glaciar, una pequeña construcción de madera que atraviesa estas frías aguas y que permite continuar la ruta en dirección a Viadangos de Arbás.
Poco antes de llegar a esta pequeña localidad, prácticamente despoblada, abandonamos la pista y nos adentramos de nuevo en un ascenso en el que el camino pierde anchura y que nos lleva al collado del Turrón. Un tramo que después del recorrido que llevamos a nuestras espaldas puede resultar duro, pero que muestra unas excelentes vistas tanto del valle de Viadangos como del amplio valle del Arbás, con las Tres Marías a la derecha.
Esta camino nos lleva a la carretera, por la que discurren los últimos kilómetros de vuelta a Casares de Arbás. Una ruta circular que merece la pena realizar varias veces, en distintas épocas del año, para observar las muchas caras de este atractivo valle en el que reinan las Tres Marías.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Lidia Fernández; Raquel Díez
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