Los increíbles paisajes de lagos, lagunas y cascadas en la Montaña Oriental Leonesa
Los increíbles paisajes de lagos, lagunas y cascadas en la Montaña Oriental Leonesa.
La bravura y la calma del agua son capaces de crear auténticos oasis enmarcados en escenarios de ensueño que no te puedes perder.
La bravura y la calma del agua son capaces de crear auténticos oasis enmarcados en escenarios de ensueño que no te puedes perder. Estos son algunos de los increíbles paisajes de lagos, lagunas y cascadas en la Montaña Oriental Leonesa.
Lago Ausente
Se trata de una masa de agua de origen glaciar con una profundidad de 15 metros y situada a 1.750 metros de altitud en el municipio de Puebla de Lillo, dentro del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre. Está considerado uno de los lagos glaciares más bonitos de la Cordillera Cantábrica por el color de sus aguas, de un azul turquesa inolvidable, y por el entorno que lo rodea, al estar cobijado por la Peña Requejines.
Además, otra de sus peculiaridades de este lago es la que le da el nombre, puesto que no existe ni río ni manantial visible que lo alimenta y mantenga sus aguas constantes de una estación a otra, es decir, está ausente el origen de sus aguas.
Lago Isoba
Este otro lago glaciar situado a 1.120 metros de altitud se encuentra en la conocida como Vega Fonda, a escasos metros de la carretera LE-332 que sube a la estación invernal de San Isidro, poco antes de llegar al propio pueblo de Isoba.
Su tamaño apenas alcanza los 400 metros de perímetro y la profundidad es de unos cinco metros, pero el telón de fondo que lo custodia es inmejorable, con los picos de San Justo (1.954 metros) y Los Niales (1.754 metros) como grandes protagonistas.
Laguna de Mampodre
Dentro de la Reserva geológica del Complejo glaciar de Mampodre encontramos la única reliquia glaciar de todo el macizo, la Laguna de Mampodre. Se ubica a unos 1.450 metros, una altitud baja para una laguna glaciar, pero su entorno no puede ser más impactante, rodeado de picos que superan los 2.000 metros.
Sus dimensiones son pequeñas, pero suponen el perfecto reflejo de la zona de ablación del antiguo glaciar, donde se acumuló el material erosionado por este.
Lagunas de Caminayo
Además de lagos de origen natural, la Montaña Orienta Leonesa cuenta también con algunos paisajes de ensueño creados por la mano del hombre y, más concretamente, derivados de la actividad minera. Es el caso de las Lagunas de Caminayo, surgidas a raíz de las minas a cielo abierto que hubo en la zona.
Se encuentran a poco más de 2 kilómetros desde la localidad del Alto Cea y por encima de los 1.500 metros de altitud. Una pista nos lleva desde el pueblo hasta ambas lagunas, remansos de paz que nos ofrecen una panorámica espectacular, con el popular Pico Peñacorada, el Pico Cueto o el mítico Pico Espigüete de la Montaña Palentina por su cara sur.
Embalse de Besandino en Besande
Es uno de los embalses leoneses más desconocidos. Su construcción se finalizó en 1984 con una presa de 34,5 metros, una capacidad de 2,7 hm3 y 35 hectáreas de tamaño. Se sitúa en el Alto del Puerto de las Portillas de Besande, que marca el límite entre las provincias de León con Palencia y constituye toda una maravilla desde la cual se pueden observar picos como el Espigüete o Peña Lampa o Peña Mayor.
Laguna de San Martín de Valdetuéjar
Otros de esos oasis de la Montaña Oriental Leonesa de origen minero son estas lagunas de San Martín de Valdetuéjar, en el municipio de Valderrueda, que se han convertido en un gran atractivo turístico especialmente en verano. Se ubican en antiguas minas a cielo abierto y cuentan con una profundidad que puede llegar a superar los 50 metros.
Distan unos 700 metros la una de la otra, y la primera que nos encontraremos al acceder por un camino de tierra desde el otro lado del río Tuéjar, y bajo la mirada de la iglesia románica de San Martín, es la más grande. Hasta la segunda, menos conocida, se llega por otra pista forestal para encontrar una zona mucho más tranquila y agradable. Ambas destacan por su agua limpia y cristalina, así como por conservar prácticamente el mismo volumen durante todo el año gracias a las corrientes subterráneas.
Cascadas de los Forfogones Cofiñal
Una vez más el agua es la protagonista en los Forfogones de Cofiñal, una cascada ubicada muy cerca de la carretera LE-333 en dirección al Puerto de Las Señales y a la que también se puede acceder desde el Lago Isoba por el sendero PR-LE 17. En ella, la bravura de las aguas del río Porma es todo un espectáculo, especialmente durante el deshielo.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Archivo - DDV; Patrimonio Natural de Castilla y León