Felechas se une en hacendera para limpiar las dos viviendas arrasadas por el fuego
Felechas se une en hacendera para limpiar las dos viviendas arrasadas por el fuego.
En una gran muestra de solidaridad, una treintena de vecinos se organizaron para desescombrar y ayudar a las familias a recuperar algunas pertenencias tras el grave siniestro.
Después de que un devastador incendio calcinase dos viviendas en Felechas, hace poco más de una semana, el pasado sábado, por iniciativa de un vecino, se organizó una hacendera para limpiar y desescombrar las casas, y a su vez ayudar a las familias recuperar algunas pertenencias.
La idea corrió de boca a boca y se difundió también a través de Whatsapp para reunir al mayor número de personas para colaborar. Y en una localidad que cuenta con 35 personas censadas, la solidaridad unió a una treintena, que se comprometieron a aportar lo que pudieran, sus propias manos, carretillos, palas, capazos... Mientras que aquellos que no podían realizar esfuerzo físico, se encargaron de refrescar y de que no faltase nada a los voluntarios.
Tras el éxito de la convocatoria, no faltó tampoco la organización, colaboraron varios jóvenes, albañiles de pueblos vecinos del Alto Porma, que aportaron el resto de materiales necesarios, así como tablones para crear rampas que les permitieran transportar los escombros con los carretillos.
Los trabajos comenzaron en torno a las 9:30 horas del sábado. Todos los asistentes comenzaron a recoger los diferentes materiales, que se clasificaban para luego reciclarlos: madera por un lado, hierro y metales por otro, y las telas a parte. Finalmente, los escombros pasaban a unos contenedores que se llevaba un camión.
Mientras tanto, las familias fueron rebuscando entre los restos para ver si encontraban algo que se pudiera conservar, y así fue, al menos se encontraron recuerdos, algún juguete, ropa o productos de aseo.
De esta forma, en apenas 8 horas completaron el trabajo y lograron algo todavía más importante, demostrar que en los pueblos, si algo sobra, es solidaridad.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Epifanio González
Escribe tu comentario