Los mejores miradores para deleitarse con las vistas de Picos de Europa
Los mejores miradores para deleitarse con las vistas de Picos de Europa.
Ya sea en León, Asturias o Cantabria, el Parque Nacional tiene multitud de paisajes que contemplar, custodiados por sus escarpadas cumbres.
Ya sea en León, Asturias o Cantabria, el Parque Nacional de Picos de Europa tiene multitud de paisajes que contemplar, custodiados por sus escarpadas cumbres. Por ello, te contamos cuáles son los mejores miradores para disfrutar de panorámicas y vistas únicas.
Mirador de La Cruz
El Valle de Valdeón tiene numerosos lugares desde donde observar su belleza, pero entre ellos destaca el mirador de la Cruz, que permite disfrutar de una espectacular vista sobre varios pueblos del Valle y una visión clara de los macizos Occidental y Central de los Picos de Europa.
Se trata de una plataforma de fácil acceso desde las localidades de Posada y Prada de Valdeón.
Mirador del Tombo
Hacer parada en este espacio donde la naturaleza bulle en estado puro aporta serenidad para cuerpo y mente, por eso es uno de los miradores más emblemáticos del Valle de Valdeón y de los Picos de Europa. Se encuentra ubicado en la carretera que une las localidades leonesas de Posada y Caín de Valdeón, poco después de atravesar Cordiñanes.
Este mirador está presidido por la escultura en hierro de un rebeco, acompañado de una cruz de forja, una lápida dedicatoria y un muro con placa identificativa que te ayudará a identificar las principales montañas del macizo Central del Parque Nacional, que pueden verse desde aquí.
Mirador de Pandetrave
El puerto de Pandetrave fusiona el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre con el Parque Nacional de los Picos de Europa, al que sirve de entrada. En lo alto de este sinuoso puerto encontramos otra parada obligatoria para contemplar las maravillas del macizo Central de la cadena montañosa más importante de la Cordillera Cantábrica.
Dejar caer la mirada hacia abajo puede llegar a dar vértigo, al contemplar el descenso desde este punto, a unos 1.500 metros de altitud, hasta el pueblo más bajo del Valle de Valdeón: Caín.
Mirador de la Pica Ten
Para llegar a disfrutar de este mirador habrá que realizar una sencilla ruta de senderismo que parte del paraje de Los Trabanzos, en torno al kilómetro 116 de la N-625, que une Oseja de Sajambre con el Puerto del Pontón. La ascensión hasta la peña Pica Ten conlleva una hora de caminata con una subida exigente que cuenta con pasamanos en las partes de mayor pendiente, pero merece la pena porque presenta una de las mejores imágenes de uno de los bosques más característicos de la vertiente leonesa de los Picos de Europa.
Una vez alcanzada la plataforma del mirador, nos encontramos ante una panorámica de 360 grados en la que se pueden apreciar los pequeños pueblos del Valle, al amparo de las montañas que los cobijan.
Mirador de Los Porros
Alcanzar el paisaje que nos espera en el Mirador de Los Porros supone otra salida de senderismo, ya que se encuentra a una hora y media de la localidad de Oseja de Sajambre. Para llegar se debe acceder por el camino que lleva desde esta localidad leonesa hasta la Ermita de San Roque.
Como recompensa, nos permitirá deleitarnos con una espectacular vista del Valle de Sajambre, a la sombra de hayas y acebos; y del emblemático Desfiladero de los Beyos, una garganta de más de 12 kilómetros formada por el río Sella y por la que discurre la sinuosa carretera que une León y Asturias.
Mirador de Llesba
Este mirador se encuentra en el límite de la provincia de León con Cantabria, se encuentra en el Puerto de San Glorio y toma su denominación de la escultura del oso que dirige la vista de los visitantes hasta una de esas las panorámicas de los Picos de Europa que llegan a cortar la respiración.
Se accede a él desde el alto de San Glorio a través de una pista cementada, con una suave pendiente de corto recorrido. Es uno de los puntos desde los que se puede observar los tres macizos que componen el Parque Nacional de los Picos de Europa, y que en cualquier época del año ofrece un paisaje de infarto.
Mirador del Pozo de la Oración
Uno de los innegables emblemas de Picos de Europa es el Pico Urriellu (2.519 metros), y no hay mejor mirador para contemplar su peculiar forma que el del Pozo de la Oración, que destaca además por su fácil acceso. Se encuentra justo antes de llegar a la localidad asturiana de Poo de Cabrales, y se accede por un tramo asfaltado y sinuoso que sigue el curso del río Casaño.
Una vez en el espectacular balcón, ante nuestros ojos se muestra la estampa de los Urrieles, picos del macizo central como el Peña Castil, Torre del Oso, Torre de las Coladeras, La Morra o Los Campanarios, y cómo no, la totémica silueta del Naranjo de Bulnes.
Mirador de Ordiales
Otro gran encalve para disfrutar del paisaje de Picos de Europa es el mirador de Ordiales, ubicado a 1.691 metros de altitud, al borde del Valle de Angón y en el extremo del macizo occidental o del Cornión. Para llegar hasta él, eso sí, es necesario realizar una ruta de algo más de 11 kilómetros desde el aparcamiento de los Lagos de Covadonga o el de Pandecarmen.
Desde este mirador podremos contemplar, además del propio Valle de Angón, Amieva, Ponga, el Valle de Sajambre, el Parque Natural de Redes, el mar Cantábrico y media Asturias. Además, el lugar tiene especial relevancia ya que es donde descansan los restos de Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, primer escalador en coronar el Pico Urriellu, junto al Cainejo, e impulsor de la constitución del Parque Nacional.
Mirador de la Cruz de Priena
En este caso nos trasladamos hasta la localidad asturiana de Cangas de Onís en busca del mirador de la Cruz de Priena, situada en la cima de un monte cercano al santuario de Covadonga. Para subir parte una ruta de 7 kilómetros desde el aparcamiento de la basílica, que alcanza un desnivel moderado de casi 600 metros.
Así, tras alcanzar la cima del monte de Priena, la estampa no puede ser más idílica con el Santuario de Covadonga, la cueva en la que la Santina aguarda a los fieles, y su ruidosa cascada, custodiados por montes como el de la Matona o Auseva, con su frondosa vegetación.
Mirador de la Reina
Cerca del anterior, también en Cangas de Onís, tenemos el mirador de la Reina, al que se llega siguiendo la carretera que conduce a los lagos Enol y Ercina. La explanada de este balcón aparece en una curva, poco antes de las lagunas, y ofrece una de las panorámicas más extensas de Picos de Europa.
Permite admirar las sierras septentrionales de los Picos de Europa, de las vegas del Güeña, y la costa cantábrica, porque en días despejados incluso se puede ver el mar.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Archivos - DDV; Ayuntamiento de Posada de Valdeón; Turismo Asturias; Javier Martínez Mansilla