La Uña, destino final de un histórico pastor y sus 1.400 merinas en 50 años de trashumancia
La Uña, destino final de un histórico pastor y sus 1.400 merinas en 50 años de trashumancia.
Tras 40 días de travesía, el extremeño Francisco Morgado y su rebaño pasarán uno de sus últimos veranos en el Puerto de las Horcadas de la Montaña Leonesa.
El pastor extremeño Francisco Morgado ha vuelto a elegir la Montaña Oriental Leonesa como destino para pasar el verano con su rebaño de más de 1.400 ovejas merinas, el año en el que cumple 50 años realizando la trashumancia.
El Puerto de las Horcadas, en La Uña, ha sido el destino final de su travesía de 40 días a través de la Cañada Real Leonesa Oriental para completar los más de 600 kilómetros que separan este pueblo del municipio de Acebedo de su localidad natal, Torremocha (Cáceres).
"Venimos andando porque me gusta, es trabajoso pero lo hice desde los 14 años, y los últimos años que me quedan para jubilarme quiero llevarme el recuerdo. Además con la trashumancia, aunque no salga más económico el viaje, juegas con el pasto, aprovechas la dehesa extremeña y los animales comen por el camino", explica Morgado, todo un experto en la materia.
En esta ocasión partieron de Torremocha un 22 de mayo, y no llegaron hasta el puerto de las Horcadas, en el Valle de Valdeburón, hasta el 1 de julio. Como acompañantes, otras cinco personas, pastores y, sorprendentemente, voluntarios que quieren vivir la experiencia, "esta vez por ejemplo vino una enfermera salmantina, afincada en el País Vasco, que quería hacer la trashumancia", relata.
Pero a pesar del calor, que tal y como él mismo cuenta "ha sido lo peor" del camino, el esfuerzo ha merecido la pena, "es muy satisfactorio cuando llegas, las ovejas comen bien, comen verde, y el verano se pasa más fresco. A partir del 20 de septiembre decidiremos, según la gente que se apunte, si volvemos andando".
Ahora ya se encuentran asentados en La Uña por primera vez, aunque podría decirse que Francisco Morgado es buen conocedor de la Montaña Leonesa por las numerosas veces que ha subido con su ganado durante la época estival.
"Empecé en 1975, con este son ya 50 años. A partir de los años 90 empecé a venir a León porque me dijeron que había buenos pastos, después hubo seis años en los que fui a la Montaña Palentina, pero me gusta más León que Palencia, siempre he conocido mejores gentes aquí", afirma recordando toda una vida.
Así, con esta última localidad completa un periplo que le ha llevado a Maraña, Portilla de la Reina, o Puebla de Lillo, y disfruta de la que puede ser una de sus últimas estancias como pastor trashumante en la Montaña Leonesa.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Trashumancia a La Uña - Francisco Morgado; José Mateo