Ernestine Lüdeke: "La trashumancia puede ser la base de un turismo sostenible y transformador"
Ernestine Lüdeke: "La trashumancia puede ser la base de un turismo sostenible y transformador".
En una entrevista la presidenta de Caminos Trashumantes, que participará este sábado en el 'Wool Fest' 2025 de Salamón, nos habla sobre el proyecto turístico rural que encabeza.
Con pasión, convicción y una sonrisa incansable, Ernestine Lüdeke es la cara visible de la plataforma Caminos Trashumantes, un proyecto financiado por el programa Experiencias Turismo España del Ministerio de Industria y Turismo que pretende poner en valor la cultura de la trashumancia y las vías pecuarias a través del turismo sostenible.
Como presidenta de la Fundación Monte Mediterráneo, socio coordinador de la iniciativa, insiste en que en tiempos de crisis climática, la trashumancia debería ser cuidada y protegida. "Es una herramienta de futuro", asegura. "Conserva suelos, evita incendios, genera economía local, fomenta el equilibrio con la naturaleza… Y además, permite reconectar a las personas con un patrimonio que no podemos permitirnos perder", destaca Lüdeke, que participará este sábado en el 'Wool Fest' 2025 de Salamón.
- ¿Qué es Caminos Trashumantes y qué lo hace diferente de otros proyectos turísticos rurales?
"Caminos Trashumantes es mucho más que una propuesta turística. Es una apuesta por el turismo respetuoso con el territorio y con la cultura ganadera trashumante. Queremos que el turismo sea una herramienta para dar a conocer esta forma de vida ancestral, para defender su valor ambiental y cultural. Como decimos en nuestro lema: 'recorre, vive y saborea'. El turista puede sumergirse en este mundo desde múltiples caminos: acompañando rebaños, visitando pastores en la alta montaña, a través de festivales, fiestas, museos, etc., e incluso desde la gastronomía".
- ¿Qué papel juega la Fundación Monte Mediterráneo en este proyecto?
"Somos el socio coordinador. La fundación lleva años trabajando en modelos de producción sostenibles en nuestra finca de Santa Olalla de Cala, en Huelva. Además de producir ecológicamente, investigamos y formamos. Caminos Trashumantes es una extensión natural de ese trabajo, y lo compartimos con socios como Cesefor, Wild Watching Spain, COW y el Ayuntamiento de Checa, en Guadalajara".
- ¿Qué impacto ambiental tiene mantener viva la trashumancia hoy en día?
"Muchísimo. En el norte, las ovejas limpian los puertos y evitan que los pastos se llenen de matorrales, lo que reduce el riesgo de incendios. En el sur, cada vez hay menos alimento en verano y hay que recurrir al pienso, lo que no solo tiene una mayor huella de carbono, sino que también es menos sano. La trashumancia permite aprovechar los recursos naturales de forma más equilibrada y sostenible. Además, ayuda a conservar la biodiversidad y mitigar los efectos del cambio climático".
- ¿Cómo pueden adherirse pequeños negocios al proyecto?
"Es muy fácil. En nuestra web hay un apartado para sumarse al club de producto. Cualquier persona con un alojamiento rural, un restaurante o una propuesta turística relacionada con este mundo puede rellenar un formulario. Hasta finales de 2025 no tiene ningún coste. Estamos en una fase de creación de alianzas y experiencias piloto, sobre todo en la Cañada Real Conquense y la Cañada Real Occidental Leonesa, pero esto va a crecer".
- ¿Qué pilares sostienen este proyecto: ganadería, cultura, artesanía, gastronomía...?
"Todos son fundamentales y están interconectados. Es un proyecto que une saberes tradicionales con desarrollo económico local. Diría que la ganadería trashumante es el alma del proyecto, porque impregna su imagen. Pero gracias a ella se articulan la artesanía, la lana, la gastronomía y la cultura rural. Así atraemos a perfiles de turistas muy variados".
- ¿Cómo percibe de la situación del turismo en España en contraste con la propuesta de Caminos Trashumantes?
"En muchas zonas de este país el turismo de masas ha tenido consecuencias negativas en términos sociales, económicos y ecológicos. A veces ni los propios trabajadores se identifican con el producto que ofrecen. Caminos Trashumantes es diferente: quienes participan lo hacen desde la vivencia, con compromiso. Ofrecemos un turismo auténtico, donde las personas implicadas valoran y defienden su entorno".
- ¿Cree que la trashumancia puede recuperar su papel en pleno siglo XXI?
"Absolutamente. En tiempos de crisis climática, la trashumancia debería ser cuidada y protegida. Es una herramienta de futuro. Conserva suelos, evita incendios, genera economía local, fomenta el equilibrio con la naturaleza… Y además, permite reconectar a las personas con un patrimonio que no podemos permitirnos perder".
- Habla también del potencial de la lana como recurso estratégico.
"Así es. La industria textil es de las más contaminantes del mundo. Sin embargo, tenemos un producto natural, renovable, sostenible como es la lana. Tiene un glorioso pasado, y puede tener un gran futuro si se le devuelve su valor real. Promover su uso es también una forma de proteger los rebaños y los ecosistemas".
Fuente: Javier Montes
Fotografía: Ernestine Lüdeke - Javier Montes