Chiles rellenos, una receta ideal para todos los días del año

Si bien se dice que no hay septiembre sin chiles rellenos, ante una receta tan simbólica y deliciosa se pudiera decir que no hay días malos para prepararla.

Los chiles rellenos son un emblema de la gastronomía mexicana, una explosión de texturas y sabores que conquista paladares en todo el mundo. Su origen se remonta a la época prehispánica, cuando los pueblos indígenas rellenaban chiles con diversos ingredientes. Con la llegada de los españoles, la receta se enriqueció con la introducción de carne, queso y especias.

Se estima, por eso, que la versión moderna de la receta de los chiles rellenos tiene al menos 200 o 300 años de historia a cuestas, y en muchas regiones de México todavía se utilizan las formas tradicionales de preparar el platillo, lo que le convierte en mucho más que una opción de comida saludable y deliciosa, sino en un símbolo patrio a la altura de otros tantos.

Tipos de chiles que se pueden utilizar

Si bien la receta original podría describirse como un chile poblano con algo adentro, la verdad es que en la actualidad, en países como México y Guatemala principalmente, se utilizan distintos tipos de chiles de acuerdo a la disponibilidad y a lo que se quiera lograr.

Lógicamente, el chile poblano es la variedad más popular para este plato, gracias a su tamaño y sabor moderadamente picante. Esto permite que la presentación sea más rimbombante y a la vez su sabor sea sutil. En cambio, los chiles jalapeños también se utilizan, aportando un toque más intenso y picante, y con un aspecto más pequeño.

Opciones de relleno y acompañamiento

Los infaltables lácteos. El queso es el relleno clásico, generalmente fresco o añejo. Se utiliza vertiendo el queso dentro de los chiles que estén previamente asados y ya se les hayan retirado las semillas. Sin embargo, después del queso están los que los recubren en una mezcla de huevo batido para posteriormente freírlos.

Las variedades con carne. La carne de res molida, picadillo o chorizo son opciones populares, al igual que el atún o las verduras para una versión vegetariana. Se han hecho populares porque es una receta híbrida entre lo que es el relleno de los tacos, pero utilizando a los chiles como el elemento que se rellena.

Para el acompañamiento, hay variedad de salsas. La salsa de tomate y la crema son los acompañamientos tradicionales, aportando un contraste de sabores.

Técnicas de preparación

Los chiles. Los chiles se asan durante al menos 5 o 10 minutos para eliminar la piel y poder obtener un sabor más tatemado. Por su parte, las semillas, se retiran con un comal o con una cuchara.

El relleno. Luego, se rellenan fácilmente utilizando una cuchara o simplemente vertiendo el relleno dentro de los chiles, ya que en el caso de los chiles poblanos es fácil por el espacio disponible.

Preparación. Se pueden freír, hornear o capea. La preparación dependerá de cómo se quiera comer en determinado momento, ya que el sabor es prácticamente el mismo independientemente de la forma en la que se cocine, lo cual gusta a todos por igual.

Variantes vegetarianas de los chiles rellenos

La no utilización de lácteos y productos cárnicos es la forma de rellenar los chiles poblanos o jalapeños. Por ende, los chiles rellenos se pueden adaptar a una dieta vegetariana utilizando frijoles, lentejas, quinoa o tofu como relleno.

Popularidad en ascenso

Los chiles rellenos son un plato popular en México, presente en fiestas, restaurantes y hogares. Su fama ha traspasado fronteras, convirtiéndose en un representante de la cocina mexicana a nivel global. Y como se decía al principio, es en el mes de septiembre donde sí o sí todas las mesas de las familias mexicanas preparan la receta típica, en el mes del país.

Los chiles rellenos son una expresión cultural que refleja la creatividad y el mestizaje de la cocina mexicana. Su elaboración artesanal y la variedad de recetas regionales lo convierten en un plato único y fascinante.