El valle de la Tercia, a los pies de la Virgen de Barrio
El valle de la Tercia, a los pies de la Virgen de Barrio.
Como cada año, la rogativa reunió este domingo a los habitantes de la comarca en la ermita de Barrio, para honrar a la virgen y disfrutar juntos del tradicional 'bollo preñao'.
Con el Valle de la Tercia a sus pies, la Virgen de Barrio salió un año más en procesión, el último domingo de mayo. La fuerza de la tradición atrajo a los habitantes del municipio de Villamanín hasta la ermita de Barrio de la Tercia, en la Montaña Central Leonesa, para celebrar su tradicional rogativa a la virgen.
La ermita guarda durante todo el año la imagen de la patrona de los pueblos que conforman el valle, una valiosa talla de madera del siglo XVIII. En esta fecha señalada, la virgen recibe la visita de los vecinos, que tradicionalmente suben hasta este alto para rogarle que traiga lluvia para sus cosechas.
Solo el que ha subido hasta allí sabe que, aunque falte el aire por lo empinado del camino, las vistas que se abren al valle desde este lugar merecen la pena. Una tradición muy querida para la comarca, en la que niños y mayores, incluso un devoto anciano de 90 años, se dieron cita en esta campa para honrar a La Virgen de Barrio.
Bajo un cielo inmaculado, acompañada del tañer de las campanas volteadas a mano, la procesión discurrió por los campos que rodean la pequeña ermita y se detuvo de frente al valle para llevar a cabo la petición. Tras finalizar la celebración litúrgica en el interior de la ermita, los tambores y las gaitas pusieron la guinda a esta jornada festiva.
Sin embargo, tras la subida con una temperatura bastante cálida, no podía faltar el ansiado 'bollo preñao'. El ayuntamiento de Villamanín repartió este manjar, junto a refrescos y bebidas, entre todos los asistentes.
Con el Valle de la Tercia a sus pies y contando con el favor de la Virgen de Barrio, los vecinos y visitantes disfrutaron de esta rogativa, que se convirtió, un año más, en una comida popular. Un día para disfrutar en familia, con amigos, para aprovechar el buen tiempo y recuperar, tras dos años de pandemia, la normalidad en esta jornada imprescindible para los habitantes del municipio.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Lidia Fernández; Marta V. González