La cocina, un recurso para superar el confinamiento

Cocinar se ha convertido en uno de los grandes hobbies durante el estado de alarma. Se cuenta por miles los que se han apuntado a cocinar de forma casera tanto platos tradicionales como exquisitos postres.

Estos días en los que todo el mundo se ve obligado a pasar en casa un número de horas al que la gran mayoría no está acostumbrado, las ideas para pasar el tiempo libre han ido aflorando. Más allá de lo típico que pasa por consumir televisión, conectarse a internet o hablar con nuestros contactos en redes sociales, otros han optado por reinventarse. Y la cocina ha ganado adeptos por miles.

Tanto es así que los supermercados han agotado existencias de harina o levadura dado que el consumo de pan casero ha tenido un aumento exponencial a medida que avanzaba los días de estancia en casa. Otros de los top de la cocina en estos días han sido los platos caseros y los postres hechos por uno mismo.

Estos últimos, los postres, además, dan la oportunidad de colaborar a los más pequeños de la casa. De esta forma ellos pueden también aprender a desenvolverse en la cocina por un lado y a disfrutar de comer algo hecho por ellos mismos. Y entre los que mas gustan tanto a grandes como a pequeños se encuentran las tartas.

En internet podemos encontrar cientos de recetas de tartas para preparar fácil y cómodamente en casa. Todas ellas no necesitan ningún ingrediente que no pueda encontrarse en cualquier supermercado. E incluso para los que no tengan horno en casa, pueden decantarse por algún tipo de tarta que no lo necesite, como las tartas frías que se preparan en el frigorífico.

Tartas tradicionales vs. industriales

Para empezar con los beneficios que puede aportar una tarta hecha en casa respecto a una industrial es importante señalar a los ingredientes. Las tartas caseras llevarán lo que nosotros queramos que lleven. Es decir, si queremos utilizar productos ecológicos, no tendremos más que escoger los necesarios a la hora de hacer la compra. En cambio, las tartas industriales suelen estar cargados de conservantes, saborizantes y otros muchos productos químicos.

La ausencia de estos químicos hacen que las tartas caseras sean más saludables. Pero no solo por ello, si no porque también contienen menos aceites y azúcares añadidos que se ha demostrado que son bastante perjudiciales para la salud. Las grasas utilizadas en la bollería industrial suelen ser saturadas, con lo cual influyen directamente en aspectos como la tensión arterial o el colesterol.

Por otro lado, las tartas realizadas con recetas tradicionales ayudan a mantener ese carácter autóctono de las distintas zonas donde hemos crecido. Los sabores, los olores y las texturas de una tarta tradicional es muy distinta a la de una industrializada y ahí reside uno de sus éxitos.

Desde la Tarta de Santiago gallega, pasando por el Pastel Cordobés o las Charlotas de Gijón podremos dar un recorrido por la gastronomía nacional. Si queremos probar algo más allá de nuestras fronteras siempre tenemos la opción de una rica Tarta Tatin francesa, la austríaca Tarta Sacher o la Red Velvet estadounidense.

Las opciones son innumerables, tan solo es necesario decidirse y ponerse manos a la masa. 

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: archivos