Crece el censo del lobo ibérico en Castilla y León en los últimos 10 años
Crece el censo del lobo ibérico en Castilla y León en los últimos 10 años.
En total son 193 manadas censadas, lo que supone un incremento de 14 en toda la Comunidad. Al norte del río Duero se observa un aumento del 4%, y al sur un crecimiento del 30%.
Este martes se han presentado los datos del censo regional del lobo ibérico realizado por la Junta de Castilla y León durante los años 2022 y 2023, que arroja un resultado de 193 manadas detectadas, 14 más que en 2012-2013, lo que supone un incremento del 8%.
Además, entre otras cuestiones, destaca el incremento de la población del lobo al sur del Duero, con un total de 35 manadas censadas frente a las 27 de hace 10 años, o las 17 manadas de hace 20 años, y que suponen un incremento del 30% en la última década. Con estos datos, los grupos familiares de lobos al sur del Duero representan ya el 18% del total de Castilla y León, frente al 15% en el censo de 2012-2023 o al 11 % del censo de los años 2000-2001.
Durante el acto el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, junto al director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, y el jefe de servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna, David Cubero, ha dado a conocer, además, otros datos resultado del trabajo de técnicos, agentes medioambientales y celadores de medio ambiente, a través de la planificación y organización regional del Servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, y con el apoyo técnico y de campo de la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León y de la Consultora de Recursos Naturales, S.L.
Entre los resultados, es reseñable cómo la expansión del lobo por el territorio de Castilla y León ha permitido la recolonización y asentamiento de manadas en las comunidades autónomas limítrofes al sur del Sistema Central, como Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid o Extremadura, pero además con unas densidades de lobo en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama similares a las observadas en el Parque Nacional de los Picos de Europa. También, al sur del Duero, es una novedad de este censo la recuperación poblacional de la especie en la Tierra de Pinares (Segovia-Valladolid).
Además, gracias al trabajo realizado en este censo se ha podido confirmar el crecimiento de la especie hacia el Este en el límite distributivo ibérico, siendo histórico el reasentamiento de, al menos, 4 manadas en La Demanda burgalesa y en la sierra soriana de Urbión, en el límite con La Rioja, así como la presencia de la especie en estribaciones del Moncayo.
En relación con la orla cantábrica, se detecta estabilidad con la consolidación de los principales núcleos poblacionales de la alta montaña de León (Ancares, Alto Curueño, Riaño y Mampodre, Picos de Europa…) y de la Montaña Palentina, así como en el límite León-Zamora (Sanabria-Cabrera), tratándose de zonas con la mayor densidad de lobos de España.
Por ello, a pesar del leve incremento de manadas observado al norte del río Duero, de 6 manadas y un 4% respecto del censo anterior, se considera un aumento significativo, ya que se trata de zonas que albergaban ya los valores de mayor densidad de lobos de Castilla y León y de España, cercanos a las 3,4-4 manadas/1.000 km2
Por otro lado, teniendo en cuenta la composición media de los grupos familiares de 3-4 ejemplares antes de los partos, y de en torno a 7 lobos en época estival, a los que habría que añadir el porcentaje de dispersantes, de acuerdo con la literatura científica se podría establecer un intervalo de entre 965 y 1.737 lobos en Castilla y León, correspondiéndose con la estima mínima, antes de los partos, y la estima en la época estival, respectivamente (unos 1.300-1.400 lobos en otoño).
Metodología de censo y esfuerzos de muestreo
La metodología aplicada en el censo regional del lobo se ha correspondido con la implementada ya en el censo regional 2012-2013. De forma general, la determinación de las manadas se ha realizado basándose en la existencia de evidencias de reproducción, además de otra información determinante como la obtención de contactos grupales y la detección de marcaje territorial.
Las técnicas de campo estandarizadas para la confirmación de la existencia de manadas de lobos y para detectar su reproducción han sido el rastreo de itinerarios buscando indicios para localizar el marcaje territorial, realización de estaciones de observación (esperas), estaciones de escucha (aullidos) y estaciones de fototrampeo, la principal novedad del censo con 2.007 puntos muestreados y un resultado de 2.523 capturas fotográficas de la especie.
Esta información, que se remitirá de forma inmediata al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se integrará en el censo nacional del lobo ibérico y permitirá actualizar los datos sobre el tamaño de población y su área de distribución a nivel nacional.
Por otro lado, con el resultado de este censo, la Junta procederá en los próximos días a reportar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico los datos obtenidos en el presente censo de cara a su integración en el informe sexenal nacional que evalúa el estado de conservación del lobo en el sexenio 2018-2024 y que durante el primer semestre de 2025 debe remitirse por parte del Ministerio a la Comisión Europea, previa revisión de las comunidades autónomas.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: JCyL