RECORTES/ ¿Es Feve o un servicio malo de autobús?

El servicio de Renfe Ancho Métrico, antiguo Feve (Ferrocarriles de Vía Estrecha), se ha estrechado tanto en los últimos meses que en muchas ocasiones ya no va ni el tren por la vía, sino que lo sustituye un autobús de carretera. Así ocurrió hasta con 18 trenes de la línea Cistierna-León o León-Guardo en el mes de enero y otros seis en el mes de febrero. Es decir, 36 y 12 trayectos respectivamente. 

Las estrecheces de la plantilla de maquinistas y del material móvil disponible –que no de los raíles– obliga a derivar los servicios hacía empresas externas de transporte de viajeros con el coste añadido que ello representa para la compañía.

El procedimiento es sencillo, cuando Renfe Ancho Métrico suspende un servicio encarga directamente el trayecto a una empresa de autobuses que es quien traslada a los viajeros.

En este sentido, el coste aproximado para la operadora de la sustitución de un servicio de tren por uno de autobús es de 300 euros. Teniendo en cuenta los 36 trayectos que Renfe Ancho Métrico no pudo prestar en enero por falta de maquinistas y su sustitución por autobuses, solo en ese mes la compañía habría gastado alrededor de 110.000 euros. Un gasto extra para la ferroviaria que ha visto como en los últimos años los recursos humanos se reducían de manera drástica. Las fuentes consultas recuerdan que Feve llegó a contar con 15 maquinistas en Cistierna y otros en cinco en León, frente a los 7 que actualmente operan desde la localidad montañesa y otros cinco radicados en la capital de la provincia. La reducción es aun mayor en el plantel de mercancías de la propia Renfe que se ha rebajado desde los 70 a los 42 maquinistas en los últimos años.

La falta de personal complica la distribución de los turnos y los descansos y es lo que provoca que en momentos puntuales no haya maquinistas para llevar los trenes. De hecho, de acuerdo con los datos consultados, en el mes de enero hasta 25 turnos no pudieron ser cubiertos por falta de personal.

Las fuentes consultadas, explican que en los últimos dos años se han jubilado hasta seis compañeros sin que haya llegado remplazo alguno, a pesar de que estaban previstas con antelación suficiente para formar a nuevo personal. En el plantel de maquinistas tan solo se han registrado dos nuevas altas en las últimas fechas, pero una de las incorporaciones fue fugaz, tras sufrir el trabajadores un percance que le obligó a quedarse de baja. Si bien es cierto, que entre los planes de la compañía se encuentra la incorporación de nuevos maquinistas, los nuevos trabajadores no llegarán hasta el próximo año, puesto que todavía se encuentran en periodo de formación, por lo que en verano la situación no mejoraría, al contrario, las vacaciones de los empleados y la falta de sustituciones podrían provocar la suspensión de más servicios.

Además, ante las dificultades de la empresa para elaborar los cuadrantes, en muchos momentos se ha recurrido a la asignación de horas extra a los trabajadores, que tampoco han sido compensadas. Entre los empleados cunde el desánimo ante la cantidad de horas de descanso que se les debe.

"Abandono y falta de interés"

En este contexto, la situación entre los usuarios del servicio y los propios trabajadores es de "abandono total" del negocio desde que Feve pasó a formar parte de Renfe. En los pueblos por los que pasa la vía se recuerda que "en la vida se suprimió un tren y menos por falta de personal".

Los problemas del servicio no son exclusivos de León y en «todos los sitios es un desastre», protestan las fuentes consultadas. En el vecino Principado de Asturias, fuentes sindicales denunciaban hace unas semanas el estado de las instalaciones «en la que no se han realizado inversiones dignas de mención en los últimos diez o quince años» y también aludían «a la falta de interés» del Ministerio de Fomento y de la operadora ferroviaria.

Por otra parte, la falta de personal es solo una parte del problema. "El material está bajo mínimos" y una parte está obsoleto. En este sentido, la compañía todavía tiene en circulación material de la serie 2600. La empresa ya tuvo la intención de retirar estas máquinas antiguas, pero no puedo retirarlas por la falta de remplazo. De hecho, la falta de repuestos para los talleres de Cistierna es otro de los problemas que retrasa las reparaciones. Algunas ya se dan por perdidas, como las dos cabezas accidentadas hace más de dos años y que el verano pasado fueron trasladadas a unos talleres de Lérida sin fecha prevista de retorno. No son las únicas, otra máquina lleva más de medio año parada por una avería en la caja de cambios, siempre según las fuentes consultadas.

No obstante, las averías no son consecuencia directa de la antigüedad o la siniestralidad del material. Las estrecheces de la flota hacen que el mantenimiento no se lleve a cabo de una forma adecuada, lo que incrementa el número de averías en un círculo vicioso.

En cuanto al material disponible, no está completamente unificado, explican, y muchas veces los operarios tienen que realizar "virguerías" para acoplar las unidades, lo que entorpece el trabajo y genera dificultades añadidas, como por ejemplo, en el cumplimiento de los horarios.

En este contexto, mientras la red de Alta Velocidad se ensancha en todo el territorio nacional, las cercanías parecen ‘estrecharse’ más y más y como explican fuentes del servicios: "todo se va para el AVE".

Fuente: LNC , D.L. Mirantes

Fotografía: LNC