Guillermo Alonso: "Los Nicanores son cosa de alquimia, temperatura, medida exacta y buena materia prima"
Guillermo Alonso: "Los Nicanores son cosa de alquimia, temperatura, la medida exacta y buena materia prima"
Boñar se rindió a los pies del hojaldre que ha llevado su nombre por todo el mundo durante su Feria de San Isidro 2023.
Este sábado Boñar se rendía a los pies de su emblemática elaboración gastronómica: los Nicanores, que han llevado a la localidad del Alto Porma por todo el mundo con su inconfundible sabor, fruto de una receta con cerca de 150 años de antigüedad.
Un homenaje que ha tenido lugar en el marco de la Feria de San Isidro 'Saborea Boñar' 2023 y que ha reunido este fin de semana lo mejor de la gastronomía leonesa y un amplio programa de actividades. Un reconocimiento que recogió Guillermo Alonso, la quinta generación del obrador boñarense que comenzó su andadura en el siglo XIX, concretamente en 1880, hace 143 años.
"Ha sido un orgullo muy grande, me emocioné mucho porque el alcalde nos dijo unas palabras muy bonitas. El premio está dedicado a toda mi familia y especialmente para mi padre, que falleció en octubre, y fue el que consiguió que yo siguiera en esto. Es un reconocimiento a toda su trayectoria, a la de mi abuelo, y también para mi abuela, que fue siempre la que estuvo al pie del cañón", cuenta el joven gerente, todavía conmovido.
La receta es un misterio porque, aunque han intentado replicarlos, la elaboración artesanal y el celo con el que se guarda una 'fórmula' secreta centenaria han convertido a los Nicanores de Boñar en uno de los postres más reconocidos allende las fronteras de León.
La clave del éxito, en palabras de Guillermo Alonso es "ponerle mucha energía, la materia prima, y la receta que es un secreto de la familia. El hojaldre es una de las cosas más dificiles de hacer de la pastelería, los nicanores son una cosa de alquimia, de temperaturas, conseguir siempre la medida exacta de los componentes y la buena materia prima. Lo que gusta es el buen producto".
Pero el nombre por el que estos ricos hojaldres son alabados por todo aquel que los prueba no es el se les dio originalmente. Allá por 1880, cuando Nicanor Rodríguez González decidió abrir las puertas de su obrador, se les denominó 'Hojaldras'. Sin embargo, la fama de la 'Casa Nicanor' creció de manera tan exponiencial, convirtiéndose en lugar de paso indispensable para turistas y de culto para lugareños, que el excelente producto de pastelería terminó adoptando el nombre de su creador.
Casi 150 años después el obrador continúa cosechando éxitos y ha logrado convertir a sus Nicanores en uno de los manjares más típicos de León. Ha ido pasando de padres a hijos y su elaboración, después de Nicanor Rodríguez, quedó en manos de su hija Mª Consolación Rodríguez; un nieto del fundador continuó su legado más tarde, Alberto Alonso Rodríguez; y un bisnieto, Alberto Miguel Alonso, se encargó posteriormente de mantener su buena reputación.
Hoy en día son las manos de Guillermo Alonso, tataranieto de quien dio nombre a los emblemáticos hojaldres, las que hacen magia para que no se pierda ese característico sabor que derrite los paladares. Eso sí, sin perder nunca su esencia, la artesanía y los productos de máxima calidad de las Montañas de León.
"No hemos hecho cambios, este producto ha resistido a la industrialización y seguimos intentando seguir esa tradición antigua, cascando los huevos a mano, cortando cada nicanor a mano, esa esencia de lo antiguo. Todavía tenemos las máquinas de mi abuelo y tengo amigos del gremio que han comprado nuevas, informatizadas, y al poco tiempo se les han estropado", afirma el boñarense, poniendo en valor la artesanía.
Aunque sí se están intentando adaptar a los nuevos tiempos en otros aspectos, "estamos en ello con la digitalización, darnos a conocer en redes sociales... Llevo más de un año meditando poner la venta online, que seguramente lanzaremos en verano. Porque, aunque tengamos tiendas a nivel nacional en las que repartimos, saliendo de la fábrica es mucho mejor que de cualquier otro sitio", detalla.
El joven en cuyas manos está el secreto de uno de los productos gastronómicos más afamados de todo León, espera que pueda haber otra generación, porque a lo largo de cerca de 150 años nadie ha sido capaz de igualar un hojaldre con el sabor de los Nicanores de Boñar. Alquimia, buena mano o una gran receta, lo que es seguro es que encandilan a todo el que los pruebas.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Nicanores de Boñar
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