Tres años después, el Entierro de Genarín vuelve a las calles de León

Tres años después, el Entierro de Genarín vuelve a las calles de León.

No se celebrará en su lugar habitual porque la calle Carreras sigue cortada por las obras de peatonalización, la procesión terminará en las escaleras de Puerta Castillo.

Esta noche de Jueves Santo se retomará, después de tres años de parón por la pandemia, la procesión profana del Entierro de Genarín, una celebración conocida internacionalmente y que llena las calles de León de devotos de este pícaro socarrón y de su vicios, para honrarle con orujo y poesía. 

Esta tradición constituye un homenaje a la figura de Genaro Blanco, un hombre que a los 67 años, durante la mañana de Viernes Santo en 1929, fue atropellado por un camión de limpieza municipal en la carretera de los Cubos o de las Carreras y cuya vida se convirtió en leyenda. Ahora, su entierro se rememora cada Jueves Santo en la capital leonesa y supone una auténtica parodia de la Última Cena y de la Pasión de Cristo. 

Su fallecimiento no hubiera pasado a convertirse en lo que es hoy en día sino fuera por un grupo de jóvenes bohemios que decidieron, en la noche del Jueves Santo de 1930, recorrer las calles conmemorando la vida de Genaro a través de la poesía. Nacía así el Entierro de Genarín, personaje caracterizado como un pícaro, amante de los vicios y un antihéroe con mil oficios para tratar de sobrevivir, que actualmente organiza la Cofradía de Nuestro Padre Genarín.  

Para empezar, tiene lugar se rememora de manera burlesca de la Última Cena en la que se recitan poemas satíricos sobre los acontecimientos más llamativos del año y se bautiza con orujo a los nuevos hermanos. A continuación, arranca en la Plaza del Grano la procesión que recorre el casco antiguo, en la que destacan los cuatro cabezudos, que representan a los cuatro 'evangelistas' y los pasos, Genarín, la Moncha, que representa a la prostituta, primera en acudir para tapar el cadáver de Genaro, la Muerte y la Cuba, en la que van las ofrendas.

Tres años después, recorrerá de nuevo la plaza de San Martín, la calle de la Sal, pasará por la Catedral, la calle Cardenal Landázuri y, en esta ocasión, al continuar cortada la calle Carreras por las obras de peatonalización, la ceremonia terminará en las escaleras de Puerta Castillo, donde el Hermano Colgador depositará las ofrendas.

La celebración estuvo prohibida por las autoridades civiles desde 1957 hasta que fue recuperada en 1978, aunque sigue generando polémica para las autoridades religiosas por su realización en plena Semana Santa leonesa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. 

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: Archivo - Genarín