Comienza la restauración del puente medieval de Serrilla, emblemático de la Montaña Leonesa
Comienza la restauración del puente medieval de Serrilla, emblemático de la Montaña Leonesa.
Los trabajos suponen una rehabilitación integral subvencionada con 60.800 euros del ‘Programa R’ del Instituto Leonés de Cultura.
El diputado de Cultura, Arte y Patrimonio, Pablo López, visitó ayer el municipio de Matallana de Torío para comprobar el inicio de los trabajos de restauración del puente de Serrilla, uno de los más emblemáticos y fotografiados de la Montaña Central Leonesa. Las obras supondrán una rehabilitación integral con una inversión de 76.000 euros financiada con 60.800 euros a través del 'Programa R: Recuperar-Regenerar-Reactivar' del Instituto Leonés de Cultura (ILC).
López Presa estuvo acompañado por el alcalde de Matallana, José García, que anunció que, una vez que la empresa leonesa Morpisa Obras y Servicios culmine la rehabilitación del puente en un plazo previsto de cuatro meses, este acogerá el paso de peregrinos del Camino Olvidado a Santiago, después de discurrir junto a la ermita de San Félix en Villalfeide.
El puente, también llamado de Villalfeide por estar cerca de la carretera de acceso a este pueblo de Los Argüellos, se sitúa en la Vallina de la Tejera, sobre el río Torío, a unos 200 metros aguas arriba del puente por el que pasa la actual carretera de Matallana a Vegacervera. Conforme a la bibliografía existente, todo parece indicar que se trata de una construcción elevada en el siglo XV, probablemente en el lugar en el que antes se alzara un puente romano, y en el antiguo Camino Real que conducía a través de las Hoces hacia el concejo asturiano de Aller. Igualmente, debió servir de paso para los peregrinos que venían desde Puente Almuhey, por Boñar y Valdepiélago, para subir a Valdorria.
De apenas cuatro metros de ancho, el puente posee tres bóvedas de cañón de seis, nueve y diez metros de luz, con embocadura de sillería muy perfecta. Realizado en mampostería, tenía también tajamares en las pilas, de los que quedan vestigios pero que en la actualidad están casi totalmente arruinados y cubiertos de maleza. Asimismo, los rellenos de mampostería se han ido erosionando y hoy en día la parte superior de las bóvedas ya alcanza el nivel de una rasante que todavía presenta restos de una pavimentación consistente en cantos rodados afirmados sobre un relleno de tierra.
Dado su actual estado de deterioro, la rehabilitación de este elemento del patrimonio histórico leonés se ha considerado necesaria y urgente para evitar su desaparición definitiva. Para ello, el proyecto de ejecución prevé obras de refuerzo de la cimentación de los apoyos centrales y bases de los tajamares, la limpieza de los paramentos verticales, bajo los arcos y la calzada del puente, y la reposición de las roscas de sillería de piedra que faltan en los arcos central y pequeño. También se repondrán con sillares de piedra las zonas de los paramentos verticales desaparecidas, se reconstruirán los tajamares, se recuperará el tablero del puente y se colocará una barandilla metálica con una geometría similar a la de los sillares utilizados en los pretiles de los puentes medievales.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Diputación de León