No mueras

No mueras...Por Marina Díez.

He gastado mis últimos días en leer mi regalo de los Reyes Magos: El Palomar del Sordo, de Victoriano Crémer. En él se ve una poesía muy madura, a la que le preocupa la muerte y los últimos días de vida. Yo no sé si es que se acaba de ir el año, si que en mi entorno hemos tenido demasiadas despedidas últimamente, si es que se prevén más o solo que estoy sensible y leo lo que no debo. Pero me ha removido el alma.

Aunque no me veías estoy sentada en mi habitación, con mis cuadros de fotos en modo nostálgico y veo que por mi vida han pasado ya cuatro perros. Revivo entonces la historia de la película “El abuelo” en la que Fernando Fernán Gómez y Agustín González miden su camino a través de los perros, me quedan dos para alcanzarles (creo recordar). Si no la habéis visto o leído, es una señora historia, de esas que propongo a mis compañeras de fechorías para que escriban. Espero, de corazón que os gustaran nuestros textos de Navidad, igual que deseo que disfrutéis en enero nuestro pequeño homenaje a este insigne leonés de adopción.

Primera estrofa del poema de Victoriano Crémer:

Morir no es bueno. Desde lo hondo
de mí suena la voz: "No mueras,
no merece la pena. Sólo mueren
los dejados del sabor de la sangre".

Lo que me ha inspirado:

No mueras.
Posees mucho que te ancla a la vida:
ese puerto sin mar
al que navegas incluso estando perdida,
esa familia que te espera a la orilla,
ese valle que susurra entre hojas de roble.

No mueras.
No estás preparada para semejante despedida.
No quieres ni debes decir adiós,
aún no.

No mueras.
Has sobrevivido a tanto
que no sería justo
justo ahora.
No mueras.