Abandonado a su suerte un buitre leonado moribundo en el Embalse del Porma
Abandonado a su suerte un buitre leonado moribundo en el Embalse del Porma.
Una pareja que practicaba remo denuncia que llamaron durante horas para que fueran a rescatarlo y llevarlo al Centro de Recuperación de Especies Salvajes pero no lograron ninguna solución.
Lo que debería haber sido una agradable tarde de remo en las aguas del embalse del Porma ayer domingo, 5 de septiembre, para una pareja de kayakistas, se convirtió en algo triste, debido a la ineficacia de los servicios de medioambiente de la Junta de Castilla y León.
Existen funcionarios, personal laboral, y asimilados de las diversas fundaciones públicas, aunque ninguno acudió al rescate de un juvenil de buitre leonado (Gyps fulvus) que precisaba de su presencia.
En un pequeño resalte de cuya situación fué debidamente informado el servicio de emergencias 112 de la Comunidad, sin otra opción que la de caer al agua dada la imposibilidad por el escaso espacio y las peñas colindantes de poder abatir las alas de gran envergadura de esta especie, y así alzar un vuelo que le libraría de una posible muerte por ahogamiento, se encontraba este hermoso ejemplar, asustado y fatigado.
Tras haber pasado casi dos horas desde la primera llamada, hubo una segunda solicitando nuevamente ayuda dada la gravedad, siendo notificado por el servicio de emergencias que a su vez habían dado aviso a la guardería medioambiental, poniéndose en contacto con la persona que dió el aviso si precisaran de más información sobre el lugar, algo que más de 24 horas después no ha sucedido, por lo que el informante se espera lo peor.
Indica, además, que tenía el equipo guardado casi tres horas después de la primera llamada, y a falta de una hora de luz, no vió actividad alguna en la zona que se veía desde el lugar donde estaba.
Se trata de un nuevo episodio de desidia por parte de los actores competentes, los funcionarios de la Consejería de Medio Ambiente, en los que tristemente el protagonista es un animal de la nutrida fauna salvaje leonesa, que no olvidemos, empieza a suponer con los avistamientos, un nicho de empleo en un medio rural necesitado de ellos, pero que precisa de una correcta gestión.
Según señala la pareja que denuncia esta situación "la gestión deja mucho que desear, más aún para una España que dice ser europea, y es que si esto hubiera sido en Alemania o en Suecia, otro gallo habría cantado, o mejor dicho, el buitre de alegría al ser salvado".
Fotografía: DDV