Receta para guisar una escuela rural
Receta para guisar una escuela rural.
La escritora leonesa Vanesa Díez nos muestra varias claves sobre como mejorar e impulsar la educación en el mundo rural leonés y de montaña.
*Tomamos un recipiente amplio y le incorporamos cuidadosamente mesas y sillas, grandes y pequeñas, cuentos, alegría, tizas, puzles y un cesto de juguetes. Sazonamos con un ordenador, si es temporada, y una pizarra digital si la tenemos.
*Añadimos entonces maestras y maestros (los que admita) , teniendo cuidado al elegirlos de que rebosen ilusión, comprensión y paciencia. Tuéstense con cuidado y cariño para que queden curtidos por fuera pero aún tiernos por dentro (este es el paso más delicado).No conviene excederse en la cocción, pues corremos el riesgo de quemarlos con trámites, papeleos y nuevas atribuciones.
*Es momento ahora de añadir niños al gusto. Si son más, mejor que si son menos. Los niños conviene que sean disparares, de distintos tamaños, espontáneos. Que sepan jugar en la calle y que a veces lleven las rodillas sucias.
*Cuando veamos que el guiso comienza a espesar, aclararemos con una salida al monte, una visita a una escuela cercana o un invitado. Notaremos que, de inmediato, la mezcla se vuelve fluida y las burbujas estallan en sonrisas.
*Sazonaremos frecuentemente con besos, anécdotas y carcajadas. Cuidaremos de regar con un vaso o vaso y medio de compañerismo, paciencia, apoyo y trabajo en equipo.
*Adornaremos nuestro plato con varias familias luchadoras, un puñado de nombres de pila de madres y varios abuelos y abuelas que espolvorearemos cuidadosamente siempre que sea posible (los abuelos y abuelas dan un toque de dulzor, nostalgia y orgullo que harán de nuestro plato una auténtica delicia).
*Para que el resultado sea perfecto, vigilemos que no se apague el fuego. Cocinemos lenta pero segura nuestra escuela rural. Hagamos montaña. Mantengamos la magia de nuestros pueblos.
*Ahora sí… ¡Ya estamos listos para disfrutar de este manjar que somos tan afortunados de tener! ¡Que vos preste!
Fuente: Vanesa Díez Rodríguez
Fotografía: Vanesa Díez Rodríguez