III Milla Urbana de Acebedo: 400 corazones laten por el Sueño de Carmen
III Milla Urbana de Acebedo: 400 corazones laten por el Sueño de Carmen.
Éxito total de la prueba celebrada ayer domingo en la Montaña Leonesa con una carrera diferente, una de esas en la que nadie perdió y todos salieron ganando.
Las calles de Acebedo, en León, se convirtió este pasado domingo en el escenario de una carrera diferente, una de esas carreras en la que nadie perdió y todos salieron ganando.
En pleno corazón del Parque Regional de la Montaña de Riaño y Mampodre, la III Milla Urbana de Acebedo reunió a cerca de 400 corredores bajo un sol abrasador, con temperaturas que llegaron a superar ampliamente los 35 grados. Sin embargo, eso no impidió que la montaña, en un gran gesto de solidaridad, se volcara un año más con Carmen. La causa pesaba más que el calor: había que correr por Carmen, una niña con orígenes en este pueblo de la Montaña Oriental y que vive en la preciosa localidad marinera de Luanco, en Asturias. Carmen lucha contra una cruel enfermedad tan rara como desafiante, la BPAM.
La cita, organizada por el Ayuntamiento de Acebedo y el apoyo de la Diputación de León, fue mucho más que una competición deportiva. Con el lema "El sueño de Carmen", la III Milla Urbana de Acebedo se consolidó como un evento solidario cargado de emoción, generosidad y comunidad. Desde primeras horas de la mañana, el ambiente en el municipio era de fiesta comprometida, con familias, deportistas y visitantes volcados con la causa.
LAS MEJORES IMÁGENES
La enfermedad de Carmen, la BPAM (Polimicrogiria Perisilviana Bilateral), afecta a muy pocos niños en España y Europa. Se trata de un trastorno neurológico muy poco frecuente que provoca malformaciones en el desarrollo de la corteza cerebral, causando dificultades en el habla, la movilidad o la deglución. Una dolencia compleja, pero que no ha impedido que Carmen inspire a toda la Montaña de Riaño a correr por ella.
La carrera arrancó a las 12 del mediodía, dividida en dos categorías: infantil y absoluto. Aunque no era competitiva, hubo premios para los trece primeros clasificados de cada categoría. Más allá de los trofeos, lo que se premió fue la entrega de los participantes, que cubrieron los escasos 1.609 metros de la milla con energía, sonrisas y camisetas verdes sudadas por una buena causa.
Tras la entrega de premios, la jornada continuó con un gran sorteo de regalos donados por numerosos patrocinadores, en un gesto colectivo de apoyo a la familia de Carmen. Sonrisas, aplausos, y muchas fotos cerraron una jornada que dejó huella.
Acebedo no solo acogió una carrera; fue el kilómetro cero de una marea de esperanza. Carmen no corrió sola. Corrió con ella toda la Montaña Oriental, recordando que, a veces, los sueños necesitan no solo piernas, sino también corazón.
Fuente: Enrique Martínez Pérez
Fotografía: III Milla Urbana de Acebedo - Enrique Martínez Pérez