Los pendones del Reino de León: de su origen militar a su papel en fiestas y tradiciones
Los pendones del Reino de León: de su origen militar a su papel en fiestas y tradiciones.
Las enseñas históricas surgieron en la Edad Media y en la actualidad son más de cuatrocientos los que se conservan en los pueblos de tierras leonesas.
Fervor y emoción son algunas de las emociones que evocarán este domingo los pendones concejiles durante el desfile de San Froilán 2024 en León. Su ondear al viento llenará de orgullo a los asistentes y pendoneros, por ver representadas sus enseñas históricas en una de las fiestas más queridas y tradicionales, sin embargo, esta no era la función con la que nacieron.
Su origen se remonta a la Edad Media, cuando surgieron con una finalidad principalmente militar. A la hora de acudir a la guerra, no existían los ejércitos organizados, por lo que cada concejo era el encargado de organizar las milicias para cada pueblo o gremio.De esta forma, Las mesnadas reclutadas en cada localidad acudían a la batalla enarbolando su pendón, como símbolo que identificaba el grupo y su pertenencia.
Por tanto, entre los siglos XI y XIII estos estandartes eran una bandera militar que ondeaba sobre una lanza, y poco a poco fueron evolucionando: empezaron a colgar de un mástil, pasaron a ser portada por la infantería y terminaron ganando altura para aumentar su visibilidad. Así, el Reino de León luchó bajo sus pendones por toda la Península y muchas ciudades conservan en sus ayuntamientos y catedrales alguna enseña recuerdo de su toma o reconquista por los cristianos.
Después, hacia el siglo XVII, su gran tamaño los hizo incompatibles con las acciones de guerra, por lo que desarrollaron un papel representativo y comenzaron a introducirse en grandes ceremonias, como la coronación y proclamación de los reyes de León, que fueron los primeros en usar un signo: el león, y un color: el púrpura o carmesí, incorporando también por primera vez en Europa la heráldica. Por ello, fue en esa época en la que se registró mayor número de contratos para la fabricación de pendones.
Ya en el siglo XIX, con la constitución de diputaciones y apuntamientos, las funciones administrativas y representativas que ejercían los concejos perdieron importancia, y con ellos sus enseñas históricas, que al mismo tiempo empezaron a desaparecer también de muchas celebraciones religiosas. Como consecuencia, entraron en desuso y muchos de ellos se perdieron.
La historia de los pendones concejiles volvió a dar un giro drástico a principios del siglo XX, momento en el que surgió un movimiento para recuperar algunas tradiciones leonesas como elemento identitario, entre las que se encontraba el pendón. De esta manera las enseñas históricas volvieron a hacerse un hueco insustituible en multitud de actos, como ocurre con las Fiestas de San Froilán o la romería de La Virgen del Camino.
En la actualidad, son más de cuatrocientos los estandartes que se conservan en pueblos de la provincia, además de en territorios del Viejo Reino de León, y son protagonistas en numerosas concentraciones o pendonadas, con las que mueven a cientos de pendoneros que cargan con orgullo sus gigantescos mástiles.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Archivo - DDV