La ruta por los emblemáticos puentes romanos y medievales del Alto Curueño
La ruta por los emblemáticos puentes romanos y medievales del Alto Curueño.
En un recorrido de unos 20 kilómetros por la Calzada de la Vegarada se diseminan siete imponentes infraestructuras testigos mudos de la historia y guardianes de un paisaje de ensueño.
La ruta por los emblemáticos puentes romanos y medievales del Alto Curueño recorre a lo largo unos 20 kilómetros la Calzada de la Vegarada, que fue sendero de pastores y peregrinos, vía romana, camino real y ruta de arrieros. A su paso se diseminan siete imponentes infraestructuras, testigos mudos de la historia desde tiempos inmemoriales y guardianes de un paisaje de ensueño.
Pontón del arroyo de Villarías
En el punto kilométrico 13,800 de la carretera LE-321 arrancamos nuestro recorrido por los puentes romanos y medievales del Alto Curueño con el Pontón del arroyo de Villarías. Se trata de una obra civil de inigualable belleza y gran valor por su historia, se conserva desde época romana, servía a la variante de la Calzada que seguía el río, y figura citado en el famoso Romance de la Dama de Arintero. Su entorno no puede acompañaré mejor, escoltado por imponentes barreras de caliza, en la embocadura del Valle de Villarías.
Se caracteriza por contar con una bóveda de cañón de 5,50 metros de luz y 5,50 metros de ancho, que fue objeto de una restauración en el año 2021. Los estribos que eran de mampostería concertada han desaparecido, pero los muros de contención se conservan en buen estado.
Puente de Cerulleda - La puente de Abajo
'La puente de Abajo' es la infraestructura que se encarga de dar la bienvenida a Cerulleda, una localidad que encandila a los visitantes por sus bellas casas de piedra antigua. Este puente es de fábrica medieval y está datado entre los siglo XII y XIII, aunque todo apunta a que pudo levantarse sobre basamentos romanos.
Fue restaurado en el año 2002 respetando su fisonomía medieval y cuenta con una bóveda ligeramente apuntada elaborada en mampostería concertada, y cimentada directamente sobre roca. Sobre él, contemplar el discurrir del río Curueño y el pueblo nos trasladarán en el tiempo.
Puente de Cerulleda - La puente de Arriba
Culmina el entramado de puentes de Cerulleda 'La puente de arriba', de fábrica medieval y con un solo arco de medio punto. Su ubicación es privilegiada no solo por el paisaje que acompaña al río Curueño, sino porque a su lado se encuentra el famoso molino que fue adquirido por el escritor madrileño Jesús Fernández Santos, quien convirtió a la localidad de la Montaña Central Leonesa y a esta infraestructura en fuente de inspiración para sus escritos más famosos: 'Los jinetes del alba', 'Los bravos' y 'La que no tiene nombre'.
Los materiales son similares a los de 'La puente de Abajo', aunque muestra una ejecución perfeccionada. Se cimenta directamente sobre la roca y salva una luz de 7,80 metros. Su estado es inmejorable tras haber sido objeto de varias y afortunadas restauraciones.
Puente de Los campos en Lugueros
En un entorno de enorme belleza de la localidad de Lugueros encontramos el Puente de Los Campos, de origen romano como demuestran los restos de la calzada que lo cruzaba, aunque apenas conserva aquella fábrica antigua, por lo que se considera en su mayor parte medieval. De hecho, es conocido por los lugareños como 'La Puente Nueva' por las sucesivas restauraciones de las que ha sido objeto. Era en esta infraestructura con 'lomo de asno' donde tenían parada los célebres arrieros de Los Argüellos, para dar descanso y alimentar a sus animales.
El puente dispone de tres bóvedas de cañón de sillería, y la mayor de ellas se encuentra revocada con mortero de cemento. Por su parte, la fábrica y el peto son de mampostería y las pilas presentan aguas arriba tajamares de planta triangular, con sombretes piramidales.
Puente de Lugueros
Esta infraestructura de origen romano, aunque considerada medieval tras haber sufrido importantes restauraciones en aquella época, es todo un símbolo histórico de Valdelugueros, pues ya era citado por el Marqués de la Ensenada, además de un auténtico protagonista de leyendas. Situado a la salida de Lugueros en dirección al puerto de Vegarada, junto al molino harinero, cuenta con uno de los mejores telones de fondo del Alto Curueño, el pico Bodón.
Pese al paso del tiempo, conserva su esplendor y, tras la restauración en 2001, hasta nuestros días han llegado sus tres bóvedas de cañón de mampostería, que superan los 6 metros de luz, y un estribo izquierdo en el que se observan dos vanos adintelados destinados a permitir el paso de los canales de riego y de aligerar el estribo durante las riadas.
Puente de Villarín en Tolibia de Abajo
Casi 20 siglos ha sido vigía sobre el río Curueño el puente de Villarín en Tolibia de Abajo, también conocido como 'La puente mocha' porque durante una época careció de petriles, que se cayeron debido al paso del tiempo. Esta infraestructura se sitúa en el punto kilométrico 13,00 de la carretera LE-321 y recibe a los visitantes en su máximo esplendor con su bóveda de sillería y 11,70 metros de luz, sus 5,50 metros de altura y 3,90 metros de anchura, tras una restauración en el año 2002.
Su ubicación se corresponde con el lugar en el que antaño existió el poblado medieval de Mesmino, aunque hoy en día esta zona, en la que se ensanchan las márgenes del río, se suele denominar 'las Vegas de San Pedro', la 'Venta de la Zorra' o 'La venta del Aldeano'.
Puente del Ahorcado o de Los Verdugos
Por último, a las puertas del municipio de Valdelugueros encontramos otra de las joyas de la época romana. Se alza entre las estrechas Hoces de Valdeteja y cuenta con una sola bóveda de cañón de 14,75 metros de luz y una altura de 9,40 metros. Destaca por su aparejo y su pavimento de cantos rodados, a lo que se suma una perfecta embocadura de medio punto, aunque se sabe que no respeta el estilo romano debido a una restauración de finales del siglo XX.
Su llamativo nombre, 'Ahorcado' o de ' Los Verdugos', debe su origen a la historia, pues era el lugar donde en época medieval los jueves de Arbolio ejecutaban a los reos que sentenciaban en nombre del rey.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Turismo Montaña de Riaño