ASAJA alerta de que los daños del lobo se han duplicado en Palencia desde su protección
ASAJA alerta de que los daños del lobo se han duplicado en Palencia desde su protección.
En el balance de 2022, las explotaciones ganaderas palentinas registraron más de 12 ataques por mes, el doble de la media del trienio anterior, situada en seis.
La organización agraria ASAJA alerta de que los ataques y los daños del lobo se ha duplicado en las explotaciones ganaderas palentinas desde su protección. Según los datos que recoge, en 2022, primer año completo del lobo incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), los ganaderos de Palencia han sufrido más de 12 ataques al mes.
Prácticamente se ha duplicado la cifra de ataques (+105%) con respecto al trienio anterior y el volumen de cabezas dañadas aumenta el 115%, en relación con ese precedente inmediato. Los ganaderos de esta provincia han pasado de sufrir seis ataques mensuales a superar los doce en 2022. El pasado año los lobos causaron en Palencia un daño promedio de 4,3 cabezas cada semana, cuando eran dos cabezas antes de prohibirse la caza de la especie tras la normativa aprobada por el Gobierno de España el 21 de septiembre de 2021.
ASAJA-Palencia alerta también de que se trata de casos oficiales; es decir, los que denuncia el ganadero, se certifica y tramita la administración. Otra parte de los ataques y del daño, como los perjuicios indirectos, "a menudo son de difícil demostración y quedan fuera de esta contabilidad".
El año 2021, afirman, ya se percibió un incremento significativo en el número de ataques de lobo comunicados por los ganaderos palentinos y certificados como tales por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Ese año ya se superó el centenar de ataques, en concreto fueron 105, algo que no había sucedido en los dos ejercicios precedentes, 2019 y 2020, que se cerraron con 70 y 42 ataques, respectivamente. Por su parte, en 2022, se registraron 148 ataques que ocasionaron daños en 224 cabezas, que superan al total de los dos años precedentes.
Otro dato que ha observado la organización agraria es la mayor virulencia de los ataques de lobo: "cuantos más hay más cabezas por ataque dañan". Si en 2020 cada uno se saldó de media con poco más de una cabeza dañada (1,1), ya en 2021 y en 2022 se supera el daño de 1,5 cabezas por incursión de esta especie, en especial en la Montaña Palentina.
Por tipo de ganado, el más castigado es el bovino (216 cabezas dañadas en los últimos cuatro años), seguido de cerca por el ovino (176 cabezas), si bien se percibe un incremento relativo de los ataques y los daños en las explotaciones extensivas de caprino y equino, con 56 y 31 cabezas dañadas en el año 2022, respectivamente.
Ante la situación, ASAJA considera "un parche" la regulación de los pagos compensatorios por los daños del lobo que publicaba el Boletín Oficial de la Junta de Castilla y León (BOCYL) el pasado 14 de abril, en la que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio actualizó el régimen de indemnización de los daños por lobo en Castilla y León, al incluir a los ganaderos situados al norte del río Duero, y no sólo al sur como hasta entonces; y además con carácter retroactivo.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: ASAJA Palencia