Francisco Javier, de El Otero de Valdetuéjar; "El problema no es tanto venderla, sino el precio".
Francisco Javier Álvarez, es un ganadero del Otero de Valdetuéjar, afectado por el cese de recogida de Cea-Esla, esperaba ayer la llegada de la cisterna que le retirase la leche tras la última recogida, a finales de marzo.
Desde entonces ha tenido que tirar «más de 4.000 litros de leche» que han dado sus vacas, de raza parda, en una explotación mixta —de leche y carne—, con 27 reses y 4 jatos para recría.
Álvarez —aún joven, de 41 años— heredó la ganadería de su padre cuando era chaval. A los 17 años «ordeñaba antes de ir a la escuela». Su cuadra es antigua, pero construida con esmero —se puede decir que con gusto— y está limpia. Junto con el monte, es su empresa, su puesto de trabajo. Ahora cree que 24 años de esfuerzo «me han servido para no tener nada», pese al dinero invertido en un cupo de leche que se fundió con la liberalización del mercado y los derechos de vaca nodriza.
Su familia —está casado y tiene una hija— ocupa una de las cuatro casa que permanecen abiertas todo el año en El Otero de Valdetuéjar (Valderrueda).
Recibió la carta que le anunciaba el fin de la recogida «justo cuando acababa de recibir el pienso para destetar cuatro jatos». Así que las crías continúan mamando ahora, a una edad inusual, para reducir el gasto en alimentación, mientras que las vacas se nutren de «pasto y algo de hierba seca», por el mismo motivo y para reducir la producción de leche.
Su intención es mantenerse en el sector lácteo, aunque «el problema no es tanto vender la leche, sino el precio. No puedes cobrar a 20 céntimos la leche y el pienso a 30». Sin necesidad de obreros, «puedo librar a 24 céntimos, pero no a 18 o 19. El pasto te ahorra un poco, aunque las vacas den menos leche que si les das pienso y libras una temporada, aunque llega un momento que no puedes continuar».
Apunta la necesidad de que mejoren los precios y de formalizar contratos «al menos de un año» y lamenta que con la nueva PAC ha perdido del pago directo por vaca lechera. «Por ser una explotación mixta, la ayuda es por vaca nodriza». Además, ha visto reducida a la mínima expresión la subvención por pastos, al pasar de 500 hectáreas elegibles 34 con los criterios aplicados.
Fuente: diariodeleon.es
Fotografía: Jesus