Rutas y senderos hacia los miradores del Alto Cea y Esla
Rutas y senderos hacia los miradores del Alto Cea y Esla.
Todos ellos merecen el paseo que nos llevará a alcanzar vistas que combinan patrimonio histórico y, cómo no, la Montaña Leonesa.
Aunque no sean tan conocidos, el Alto Esla y Alto Cea Cea cuenta con varios miradores desde los que poder admirar esta zona de la Montaña Oriental Leonesa. Todos ellos merecen el paseo o la ruta que nos llevará a alcanzar vistas que combinan patrimonio histórico con un hermoso paisaje.
- ALTO ESLA
Pasado y presente se funden desde las alturas en los miradores de la comarca del Alto Esla, donde podemos encontrar importantes muestras del patrimonio minero que marcó el desarrollo económico de sus pueblos, junto a otro aún más antiguo como la Calzada Romana de Crémenes o la Ermita de San Guillermo en Cistierna.
Mirador de los Rejos
Se trata del más conocido de Cistierna y para acceder a él existe una bonita ruta de senderismo que asciende hasta este punto a 1.300 metros de altura, con amplias vistas al Valle de Sabero, con las antiguas balsas de la mina marcando el paisaje.
La salida de la misma se sitúa en la propia localidad de Cistierna, habrá que dirigirse en sentido Riaño por la N-625. Durante el recorrido atravesaremos un bosque de pinos y robles, una parte de la senda iremos acompañados por el fluir del Arroyo de Redimora que, al llegar a una curva que nos desvía hacia la izquierda, nos abandona.
El entorno es perfecto para permanecer en silencio y observar por un momento la vida que esconde el bosque. Finalmente, llegaremos al mirador, con una panorámica del paisaje bañado por el río Esla.
El Pajar del Diablo
Otro de los entornos que nos descubren otra mirada de la Montaña Oriental Leonesa se encuentra en plena calzada romana de Crémenes, que conecta las localidades de Valdoré y Villayandre. Se trata de la zona conocida como el Pajar del Diablo, situada en un cerro a más de 1.400 metros con vistas al paisaje de todo el municipio.
Este antiguo camino comunicaba las tierras del oriente asturiano con las leonesas, siguiendo los ríos esla y sella, y era conocida como Vía Saliámica. Aún podemos ver a nuestro paso tramos empedrados de una de las calzadas más importantes de la conquista romana, que ejerció de comunicación de la meseta norte con la costa a través de los pasos de montaña de la Cordillera Cantábrica Leonesa durante siglos.
Mirador de la Cerra
En Olleros de Sabero se encuentra el Mirador de la Cerra, que puede observarse desde el pueblo por la inmensa torreta que sitúa su posición. Es un espacio especial que ofrece dos panorámicas en una, por un lado nos deja ver todo el Valle de Sabero dominado por la imponente silueta de la Camperona y, por el otro, la ribera.
La ruta para llegar hasta él arranca en el frontón de Olleros, caminaremos en dirección al Barrio de la Canal, al otro lado de la CL-626. Tras cruzar la carretera, subiremos hacia el cementerio y una vez que lo alcancemos, nos tendremos que desviar por una vereda que se va adentrando entre los prados y poco a poco se incrementará la pendiente mientras ascendemos en zigzag.
Llegará un momento que nos adentraremos en una zona de pinos jóvenes, después, alcanzaremos la Cerra, situado a 1.318 metros y asentado sobre una torreta instalada por la empresa León Industrial para comunicarse con otras subestaciones eléctricas.
Mirador de Cecilio
Uno de los espacios más destacados de Cistierna es la Ermita del patrón San Guillermo, que acoge otro de los miradores de la localidad del Alto Esla. Para llegar hasta él será necesario repetir la peregrinación que realizan cada año los devotos del santo cada 28 de mayo desde hace 500
Partimos de la Plaza del Ayuntamiento y nos dirigimos en dirección a Peñacorada, antes de comenzar el verdadero ascenso nos encontraremos con un parque infantil y, más adelante, nos encontraremos con la Fuentona. La pista nos dirige por un camino en buen estado aunque bastante empinado, que culmina en el templo rupestre del siglo X, ubicado en una gruta.
Las vistas hacia el pueblo enmarcado por el pinar por el que hemos ascendido merecen el esfuerzo, pero también es recomendable visitar la propia Ermita de San Guillermo, donde se dice que habitó como un ermitaño el monje, huido de las aceifas musulmanas. El santo continuó la tradición de anacoretas en Peñacorada y renovó el Monasterio de Santa Juliana, que pasó a denominarse San Guillermo tras su muerte.
Mirador de La Camperona
Además de ofrecer una vista privilegiada de Sabero, La Camperona es todo un reto para los amantes del ciclismo por la impresionante ascensión que lleva hasta este punto a 1.597 metros de altitud. Ha sido final de etapa de la Vuelta a España en tres ocasiones y centenares de aficionados se congregan en sus rampas durante todo el año, aunque es especialmente notable cuando la ronda española culmina con ella.
Pero no solo es atractivo para los deportistas, cualquiera puede acceder en coche hasta lo más alto de un terreno que fue también cruce de caminos y refugio durante la Guerra Civil.
Mirador del Castro
Se denomina así porque en este punto elevado se situó un antiguo castro defensivo que podría tener más de 2.000 años de antigüedad. La subida hasta aquí merece la pena por la panorámica que nos ofrece del Valle de Sabero: el río Esla baña nuestra visión en la que destacan cumbres como el Pico Roscas, Peñacorada, Peña Rionda, Pico Moro en primer término y el Pico Cerroso a la derecha.
En este mirador 'pisamos' la historia más antigua de Sabero y observamos la más reciente con el lavadero de Vegamediana como gran protagonista, punto neurálgico del esplendor de la comarca desde finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo pasado.
Forma parte de la ruta de los miradores de Sabero, que recorre el de Vegamediana, Vegabarrio, el Retorno y Las Ruedonas.
Mirador de Vegamediana
El mirador de Vegamediana cuenta con un panel interpretativo para identificar el complejo industrial que tenemos a nuestros pies. En él podremos conocer los usos que se daban a cada uno de los departamentos que componen el lavadero de Vegamediana: hornos, enfriadores, secaderos, talleres...
Eran utilizados exclusivamente por los trabajadores que transformaban la hulla en cok y, junto a ellos, se situaban las dependiencias destinadas a las familias de los mineros, entre las que destacan la escuela, el economato o la cantina. Es reseñable la importancia que alcanzó Vegamediana, que llegó a considerarse un pueblo en el que convivían un centenar de trabajadores de los 700 que empleó en su mejor época la mina en Sabero, en unas condiciones bastante duras.
Mirador de Vegabarrio
Está construido sobre un bloque de hormigón que fue base de una torreta de la línea de Baldes, que transportaba el escombro que salía del lavadero de Vegamediana, restos que pueden verse hoy convertidos en una gran montaña artificial.
Desde Vegabarrio la panorámica nos muestra otro elemento fundamental para el trabajo en las minas, de frente podemos observar las antiguas balsas de decantación en las que se depuraba el agua. A su vez, descubriremos por dónde transcurría la línea de ferrocarril que trasladaba el mineral hasta Cistierna, allí se comunicaba con el famoso 'Tren Hullero', que enlazaba La Robla y Valmaseda para servir carbón constantemente a los altos hornos de Bilbao.
Mirador del Retorno
Una torreta metálica es el signo de identidad del mirador del Retorno, que toma su nombre por ser el punto de retorno de la doble línea que transportaba los escombros que salían del lavadero de Vegamediana. Quizás sea uno de los más impactantes por la visión de 360 grados que ofrece hacia el Valle, donde la industria se funde con la naturaleza, encargada de ir devolviendo poco a poco a su ser unos montes que fueron explotados durante décadas.
Mirador de las Ruedonas
Nos costará otros 500 metros de ascenso dentro de la ruta de los miradores de Sabero, pero al alcanzar Las Ruedonas, descubriremos otra bonita vista desde las alturas. Se trata de unas poleas de hierro con forma circular que se encargaban de elevar y bajar las vagonetas de carbón. Su tamaño impresiona y es una muestra de la importante obra de ingeniería que se construyó en el Valle de Sabero para extraer el mineral de la tierra.
- ALTO CEA
La comarca no destaca por su cantidad de miradores pero sí cuenta con algunos destacados y uno muy conocido, como es el del Pando. Sin embargo, el entorno de esta zona de la Montaña Oriental Leonesa merece bien disfrutar de él desde uno de estos puntos.
Mirador de El Colladico
Este espacio está presidido por un banco que se funde con la naturaleza que rodea el entorno, hecho con el tronco de un árbol, que recibe a todo aquel que quiera sentarse a mirar la localidad de Tejerina desde una bonita panorámica.
Para acceder hasta este punto habrá que coger un camino que sale de la Plaza de la Pinga, en este pueblo del municipio de Prioro. Desde su banco, podremos ver las cumbres que custodian Tejerina, que se asienta en la ladera entre las cimas del Pico Loto y las Peñas Prietas.
Mirador Peña Velasco
En la comarca del Alto Cea nos encontramos también un lugar perfecto para disfrutar de una panorámica de 360 grados. Las vistas desde este mirador en Caminayo, en el municipio de Valderrueda, motivan a cualquiera para aventurarse a caminar o incluso a montar en bicicleta desde Morgovejo para alcanzar este lugar.
Mirador del Pando
El mirador del Pando, en Prioro es otro de los espacios que nos permiten contemplar la naturaleza que desprende la Montaña de Riaño y Mampodre. Se accede desde un camino cercano al alto del puerto del mismo nombre, que une las localidades de Prioro y Boca de Huérgano.
En él, los paneles informativos nos ayudarán a identificar los picos que estamos viendo, porque su panorámica alcanza los Picos de Europa, las Montañas de Riaño o el Alto Cea.
Es un lugar especialmente indicado para disfrutar del amanecer, el atardecer o la época de celo del ciervo, 'la berrea'.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Turismo Montaña de Riaño; Archivo; Reseñas de Google - Oscar R. - Héctor Fuente - Juan Escanciano - Viajar al Paladar - Camping Alto Esla
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