Las torres y chimeneas de Compostilla también caerán al denegarse que sean Bien de Interés Cultural

Las torres y chimeneas de Compostilla también caerán al denegarse la declaración de Bien de Interés Cultural.

Para la Junta, el alto coste de conservar la Térmica de Cubillos del Sil, más de 20 millones, rompe el principio de racionalidad en el uso de recursos públicos.

La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León ha decidido desestimar la incoación del expediente de declaración de Bien de Interés Cultural de las dos torres de refrigeración y chimeneas de la Central Térmica de Compostilla II, situada en la localidad leonesa de Cubillos del Sil. La decisión implica que serán demolidas y volverá a desaparecer otro elemento del patrimonio industrial minero de León.

La decisión está motivada por el último informe remitido por los expertos a la Dirección General de Patrimonio Cultural, que cifra en más de 20 millones de euros los costes de reparación para asegurar la viabilidad y seguridad de los elementos y su mantenimiento a 25 años. Por lo tanto, consideran que su declaración como BIC podría romper los principios de racionalidad, eficacia y eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos.

El estudio de 'Estabilidad estructural y determinación de vida útil en chimeneas y torres de refrigeración de hormigón armado en la Central Térmica de Compostilla', elaborado por Estudio de Ingeniería Civil SL, en colaboración con INGETURARTE SL, determina un coste de 8.631.114 millones de euros los trabajos de reparación para asegurar la viabilidad y seguridad de los elementos y de otros 11.631.114 millones su mantenimiento a 25 años; lo que supone un montante total de 20.296.015 millones de euros.

Todo ello, sin contar los costes de reparación y mantenimiento de las dos chimeneas que no han entrado en el estudio y la futura indemnización a Endesa por las pérdidas generadas en derechos ya adquiridos, al no poder valorizar los materiales provenientes de una demolición no ejecutada y el incumplimiento de los contratos, formalizados con las empresas encargadas de dicha demolición.

Por todo lo anterior, dados los elevadísimos importes de gasto que vendrían aparejados a la declaración BIC, y teniendo en cuenta diversos criterios patrimoniales, se entiende que con dicha decisión podrían resultar seriamente afectados los principios de racionalidad, eficacia y eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos.

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: Central Térmica de Compostilla - Endesa