Peñacorada: la cumbre que abre las puertas a la Montaña Oriental Leonesa
Peñacorada: la cumbre que abre las puertas a la Montaña Oriental Leonesa.
La ruta de hoy para llegar hasta su cima, a más de 1.800 metros, parte de uno de los monumentos más destacados de la comarca, el Santuario de la Virgen de la Velilla.
Esta ruta de senderismo de ascenso a Peñacorada, que con sus 1.835 metros es el más alto del Macizo del mismo nombre que abre las puertas a la Montaña Oriental desde la llanura leonesa en el oeste de la Provincia, ofrece no solo una actividad deportiva y de evasión en plena naturaleza, sino también una visita turística a uno de los monumentos más destacados de la comarca, el Santuario de la Virgen de la Velilla, en la Mata de Moteagudo.
Después de admirar su arquitectura de estilo renacentista, que data del siglo XVII, comienza el ascenso hasta Peñacorada, situada entre las localidades de Cistierna, Robledo de la Guzpeña y La Mata de Moteagudo. Este primer tramo finaliza en el collado conocido como El Campurrial, a 1.323 metros de altitud, lugar que puede ser accesible también en vehículo.
Desde este punto la ruta se desvía hacia la izquierda por una senda que atraviesa un prado, en continua subida, desde el que se puede apreciar ya la vista del Macizo de Peñacorada, un macizo montañoso de roca caliza encargado de separar las cuencas del Esla y del Cea en la comarca de la Montaña Oriental Leonesa, una formación rocosa que preside el pico al que nos dirigimos, que toma su nombre por ser su punto más alto.
El sendero, marcado por los habituales hitos dejados por los senderistas para indicar la ruta, nos lleva al collado de La Bodeguina, situado a 1.463 metros, momento en el que este trayecto se complica, enfrentándose el caminante al tramo más exigente hasta la antecima del pico Peñacorada. Ahora sí, a nuestra izquierda ya podemos ver nuestro objetivo, su cima a 1.835 metros.
Coronada la cumbre, el esfuerzo es premiado con unas asombrosas vistas de la Montaña de Riaño y Mampodre, con El Gilbo y el Yordas; los Picos de Europa; e incluso el Curavacas y el pico Espigüete de la Montaña Palentina. Siguiendo la cresta, además, se puede ver el Castro Celta de 'Campo Ciudad', descubierto en marzo de 2012 y situado en la cara sur del macizo. En él, todavía se pueden distinguir tramos de muralla y diversas estructuras tumuliformes de piedra.
El camino de vuelta puede realizarse por el mismo tramo que se ha subido o con una variación para desviarse a las ruinas del Monasterio de San Guillermo, donde ya solo puede apreciarse el lugar en el que estuvo instalado.
Finaliza así este recorrido de ascenso a uno de los picos emblema de la Montaña Oriental Leonesa, una ruta que no tiene gran complicación pero con un importante desnivel, al que merece la pena enfrentarse por disfrutar del paisaje.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Jorge González