Un velillense recorre en bicicleta la distancia entre Barcelona y Velilla en poco más de 40 horas
Un velillense recorre en bicicleta la distancia entre Barcelona y Velilla en poco más de 40 horas.
Un complicadísimo reto que era un sueño para David Torre, que ha querido utilizarlo para recaudar fondos para personas con autismo y sordociegas.
710 kilómetros en 40 horas y 30 minutos. Es el reto que cumplió hace unos días David Torre, originario de Velilla del Río Carrión y residente en Barcelona. Como velillense ha recorrido el trayecto entre la ciudad y el pueblo en numerosas ocasiones y, un día, soñó con hacerlo en bicicleta sin parar. No es un deportista profesional, pero tiene una salud de hierro que a sus 50 años le ha permitido cumplir con su objetivo.
Este reto non stop no se queda ahí, solamente en la ejecución. Con él, David Torre ha querido contribuir con dos asociaciones, "ya que lo voy a hacer para mí, pensé ¿por qué no lo vinculamos a alguien que pueda sacar algo de este reto?, explica. Así, a través de la web ride4autism.net, vende los kilómetros recorridos a un precio simbólico con el fin de recaudar fondos para Apsocecat, a favor de las personas sordociegas, y Obrirse al Mon, dedicada a las personas que sufren autismo.
"Algunos se hacen regalos o fiestas para su 50 cumpleaños, yo me regalo un viaje. He recorrido muchas veces las carreteras que comunican Barcelona con Velilla, inacabables, pasando por Zaragoza, por Logroño. Y pensé en este reto ¿Por qué no hacerlo?", explica David Torre.
La idea surgió antes de la llegada del confinamiento por la Covid, "tenía preparado el track que quería hacer y por la pandemia tuve que parar" cuenta el velillense. Por fin, la madrugada del pasado día 1 de junio arrancó su reto desde la ciudad condal y, poco más de 40 horas después, llegaba a las 18:00 horas del día 2 a su querido pueblo, Velilla del Río Carrión.
"Hemos tenido solo un mes para prepararlo, ya lo hemos realizado y nos queda trabajo después para darlo a conocer y recaudar fondos", relata David Torres. "Durante la preparación me he dado cuenta de que el parón por la pandemia me vino bien, cuando me he puesto a organizarlo he visto que me faltaba mucho entrenamiento, desarrollo de la ruta, la visualización del objetivo..." afirma. Aunque era la primera vez que realizaba un reto de estas características en bicicleta, David Torre no es un novato y ya ha realizado dos veces el triatlón Ironman y ha corrido durante 24h horas seguidas.
El recorrido escogido tiene también un objetivo: dar a conocer esta localidad de la Montaña Palentina, porque en un pueblo existen tantas cosas bonitas como en una ciudad. "Vivo en Barcelona, una ciudad muy famosa, con un millón y medio de habitantes; mientras que Velilla con el cierre de la térmica ve como aumenta la despoblación. Al hacer algo excepcional, como este reto, se consigue mucha visibilidad", cuenta.
Además, en Velilla del Río Carrión vive el Ratoncito Pérez, y por ello, David Torre ha ido buscando sus huellas durante el trayecto "para demostrar que alguna vez ha viajado desde Barcelona hasta allí".
El velillense muestra una gran fortaleza, se trata de un reto muy duro que requiere mucho entrenamiento y en el que ha tenido que parar a descansar, apenas una hora, según explica él mismo: "fue el único momento malo, luchaba contra mis demonios llegando a Logroño, era la segunda noche y en la bajada los demonios me invadieron. Casi me pego dos veces un buen 'piñazo' y la velocidad me hizo replantearme si seguir o no seguir".
Ese duro momento le llevó a saltar una etapa para volver a arrancar su ruta en Grañón, en el Camino de Santiago, acompañado de varios peregrinos, "fue un subidón brutal, como que hubiera vuelto a arrancar", afirma David Torre.
El esfuerzo tuvo por fin su recompensa y sus paisanos velillenses le recibieron a su llegada, algo que no se esperaba. "He recibido cientos de mensajes de apoyo y de ánimo de familiares, amigos, conocidos, gente que ha colaborado, ha sido increíble, se te saltan las lágrimas porque te das cuenta de cuánta solidaridad hay", destaca emocionado.
Ahora el reto continúa con la venta de esos kilómetros para recaudar lo máximo posible. Pero David Torre ya ha dejado bien alto a su pueblo, Velilla del Río Carrión, poniéndolo en el mapa con una hazaña tan destacable, tanto por la parte deportiva como por la solidaria.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: David Torre