Así era el Parador Nacional de Turismo de Riaño...

Nos volvemos atrás en el tiempo para hablar de un emblema de la Montaña, el antiguo Parador Nacional de Turismo de Riaño (León).

Su historia, curiosidades y algunas de sus mejores imágenes...

Foto: Riaño Vivo

El antiguo Parador Nacional de Turismo de Riaño se inauguró oficialmente el 7 de julio de 1951, cinco años después de la aprobación del proyecto realizado por el arquitecto Delgado Úbeda.

Era un autentico hotel de lujo para la época y para esta zona de la Montaña Leonesa elaborado principalmente de piedra caliza labrada y emplazado estratégicamente a 1067 metros de altitud desde donde se podía observar todo el paisaje y gran parte de la Montaña de Riaño.

Su finalización, marcó un antes y un después para la comarca, con una época de esplendor que situaría al valle como la "Suiza Española".

Foto: M Cruz.L

- Construcción: 

La construcción se realizó bajo numerosas dificultades en un paraje de altitud muy cerca del antiguo pueblo de La Puerta, donde las zanjas para asentar el edificio en algunos casos sobrepasaban los dos metros de profundidad, escavándose completamente a pico y pala para rellenarlas después con hormigón.

Las piedras y demás materiales, donde trabajaron muchos vecinos de la comarca, aún se acercaban a la obra con un carro tirado por vacas y las dificultades para trasladar todos esos materiales necesarios, se hacía muy complicadas por las carreteras en mal estado e los inviernos tan duros que se sufría.

Parte de los materiales para su construcción provenían de la misma comarca, como la piedra caliza de la cantera de Riaño y el mármol de Besande. Además de estos, el cemento se traía de Mataporquera y la madera de Santander.

Foto: Riaño Vivo

- Edificio y zonas: 

El resultado de estos trabajos fue un edificio espectacular con dos plantas bajo tierra, planta baja y dos alturas más, la última de ellas abuardillada:

En la planta inferior estaba situada una cochera, sobre la que había una gran terraza y donde había habitaciones para chóferes y mecánicos, además de foso y lavadero para coches. 

Sobre ésta planta estaba la sala de calderas, lavaderos así como las habitaciones del servicio femenino. 

En la planta baja, a la que se accedía por dos grandes escalinatas que conducían a las terrazas y a unas amplias galerías, estaban ubicadas la recepción, las cocinas, los salones y el comedor. y por último en las plantas una y dos estaban, además de las 31 habitaciones de las que disponía, la vivienda del director y las habitaciones del personal masculino.

Foto: Txetty 

- Empleados y apertura al público: 

En el parador de Riaño trabajaban 30 personas, muchas de ellas del propio valle, y en los primeros años se habría durante los doce meses, reduciéndose después la apertura con el cierre durante los meses de invierno, debido a la baja rentabilidad en esa época del año.

- Vida: 

Por el Parador Nacional pasaron las grandes personalidades de todo el país (Franco, Duquesa de Alba...) y de gran parte de Europa (Reyes de Bélgica, entre otros...). Las personas que lo conocieron y trabajaron en él afirman que constituyo todo un revulsivo para la comarca y atrajo al valle a un mundo cosmopolita y adinerado que se fue de las mismas montañas a la vez que se diluía el mismo parador.

Hasta el año 1961 el parador de Riaño permaneció abierto todo el año, pero a partir de entonces se cerraba desde octubre, porque las comunicaciones hacían muy difícil la llegada de clientes en invierno. 

Hubo algunas temporadas que se abrió en Semana Santa, pero en su última época sólo lo hizo de junio a octubre. 

Se cerró definitivamente en 1969 y buena parte de sus muebles se trasladaron a paradores como los de Cervera, Ciudad Rodrigo o Benavente.

Foto: Página Historia de Riaño y su comarca Facebook - Sierra

Eran buenos años para Riaño puesto que el parador movía un mercado turístico en alza, y los campamentos del Frente de Juventudes y de Obreros aportaban vida y recursos a los pueblos de la comarca que no han vuelto a repetirse.

El estado, durante su desmantelamiento con la excusa del nuevo pantano, adquirió con la comarca un compromiso de reconstruir un establecimiento de este tipo más arriba de la cota del pantano, pero hasta el día de hoy, las administraciones no han hecho nada por recuperar un emblema de la Montaña de Riaño, y un edificio que marcó una época que miles de montañeses aún recuerdan con admiración y nostalgia.

                                                  Foto: León al Máximo 

Fuente: Diario de Valderrueda