Cientos de asistentes y un día espectacular reafirman el éxito de la Raquetada de Valdeón 2025

Cientos de asistentes y un día espectacular reafirman el éxito de la Raquetada de Valdeón 2025.

Pese a la ausencia de nieve, más de 300 participantes disfrutaron de una ruta por el entorno del Valle leonés de Picos de Europa.
 

La Raquetada de Valdeón se convirtió, un año más, en un referente de buen hacer, de perfecta organización y de gran asistencia de participantes, lo que hizo que se convirtiera, en su decimoséptima edición, en un rotundo éxito de principio a fin. 

“El día que se abrió el plazo de inscripción, a las doce de la mañana, ya había 250 personas inscritas”, afirma Felipe Campo, alcalde de Posada de Valdeón, cuyo ayuntamiento organiza este evento deportivo al que acuden cientos de personas de toda España. “Este año la convocatoria era para 350 participantes. Aunque hubo algunos años que llegamos a los 600, pero eso ya es demasiado. No tengo datos definitivos, pero creo que fueron 340 participantes los que recogieron el dorsal esta mañana”, detalla el regidor municipal, visiblemente satisfecho, mientras mira el pabellón de deportes, reconvertido por un día en gigantesco comedor.

Aunque la temperatura era muy baja, solo un grado, desde primera hora de la mañana Posada de Valdeón respiraba ese ambiente de las grandes ocasiones con cientos de montañeros y acompañantes multicolores moviéndose por las calles de este pueblo, enclavado en el corazón del Parque Nacional de Picos de Europa. 

El pabellón de deportes era el lugar donde la organización estableció la logística de este singular evento deportivo, la recogida de dorsales y la compra de tickets para la comida, atendido por un equipo de eficientes voluntarios que apenas dejaron que se formaran colas. Poco a poco, los participantes fueron llenando la plaza de Posada a la espera de la salida. 

Julio Cernuda, uno de los organizadores de la raquetada y teniente de alcalde del ayuntamiento de Posada, e Isidoro Rodríguez Cubillas, todo un referente del montañismo español actual, dieron la bienvenida a los deportistas. La novedad este año es que no había nieve en la ruta, por lo que no fueron necesarias las raquetas. 

Eran las 9.56 horas cuando los cerca de 350 participantes se pusieron en marcha para cubrir los diez kilómetros y ochocientos metros de que constaba la prueba. Se salió en dirección a Prada de Valdeón, siempre en terreno ascendente por la antigua carretera que unía Prada con Posada. El grupo marchaba a buen ritmo, quizá excesivo, y en apenas 45 minutos se llegó a Santa Marina de Valdeón, donde la espadaña de la iglesia se dejaba ver a nuestra derecha, en la parte más alta del pueblo. 

Una vez se dejó atrás Santa Marina, y cruzada la carretera que lleva al puerto de Pandetrave, comenzó la parte más dura del recorrido, con fuertes pendientes, que transcurrían por sendas algo húmedas entre aulagas y brezales, mientras ligeras chispas de nieve llenaban de magia el recorrido. Admirable contemplar la “culebra multicolor” que formaba el gran grupo, ahora ya desgajado, ascendiendo lentamente hasta alcanzar las colladas de Urdías y Peranieva. A nuestras espaldas se podía contemplar el pico Gabanceda (2.036 metros) cubierto de nieve parcialmente. 

Después de dos horas de caminar alcanzamos la collada Peranieva, a 1.577 metros de altitud, que ofrece unas maravillosas vistas de la Peña Bermeja. A nuestra derecha, escondidas entre la niebla, adivinamos cumbres míticas de los Picos de Europa, como la Torre Salinas (2.447 metros) o la Torre del Friero, casi idéntica en altura a su vecina. A partir de ahora todo el terreno es en descenso y pronto alcanzaremos la majada de Fuentes Torones, ahora ya con el cielo casi completamente despejado. Hacia el oeste, aparece en el fondo del valle Soto de Valdeón. Y la peña Bermeja hacia el norte, que se va viendo más cercana y majestuosa, con ligera capa de nieve en su cumbre. También se ha descubierto la Torre del Friero, que aporta su belleza gris al conjunto de los Picos de Europa, sin duda, uno de los lugares más bonitos del mundo.

Pasados los Praos Corijales, se entra en un amplio camino de carros, con algo de barro, que nos llevará de nuevo hasta Prada de Valdeón, donde podemos contemplar otra de las maravillas de este valle, los hórreos. En el Valle de Valdeón se localiza el mayor número de hórreos de toda la provincia de León con 82 ejemplares, siendo Soto de Valdeón el pueblo que más atesora, con 14. 

Llegamos de nuevo a Posada después de tres horas y cuarenta y dos minutos de recorrido. El ambiente se concentra ahora en torno al bar Picos y también en el bar que ha montado la organización dentro del pabellón de deportes, ahora convertido en un gran comedor, donde las mesas aparecen en perfecto orden para recibir a los comensales, que disfrutarán de un extraordinario cocido valdeonés. En uno de los laterales está montada la cocina. 

La perfección, el orden y la pulcritud del montaje nos hace pensar en una mano profesional. Y, efectivamente. Detrás de todo este operativo está, ni más ni menos, que el gran chef Rubén Moreno, jefe de cocina del restaurante El Desván, un lugar que se ha convertido en referente gastronómico en toda la Montaña Oriental Leonesa, que ha recibido varios premios y catalogado como excelente en varias guías gastronómicas, como Tripadvisor.

El propio Rubén nos recibe en “su cocina” y nos muestra como se ha organizado la comida de la XVII Raquetada de Valdeón. Cientos y cientos de recipientes que contienen el exquisito cocido valdeonés, cocinado por Rubén, mantenidos a la temperatura adecuada en contenedores apropiados. Las colas para recoger la comida al precio de 22 euros se van formando, pero gracias a la gran eficacia de Irina Casares, jefa de comedor del restaurante, y esposa de Rubén, toda la comida se reparte en menos de media hora. La sopa de fideos del cocido se ha servido en contenedores especiales y el sabor es exquisito. 

Abrir el contenedor donde se sirve el resto del cocido es un espectáculo: garbanzos y berza en un lado, pelota o relleno de carne, morcilla, chorizo y diferentes tipos de carnes componen este extraordinario cocido valdeonés, que ha llegado a la mesa a la temperatura perfecta. Estaba claro que detrás de esta maravilla de comida estaba la mano de un gran profesional como es Rubén Moreno. Y falta por abrir el postre, servido en una tarrina adecuada. Se trata de una tarta de queso, de textura suave y cremosa, fondo de galleta y cobertura de crema de leche. Simplemente sublime. Aún faltaba el café de puchero servido con la misma diligencia por Irina y dos auxiliares de cocina. 

Mano profesional en la cocina y mano profesional en la parte deportiva. Julio Cernuda viene siendo clave desde hace años en la organización de la raquetada. Alma en la Transvaldeónica Trail, organizador de la Semana de Montaña de Posada, donde, en noviembre pasado, cosechó un gran triunfo con la presencia de Alex Txikón, uno de los mejores himalayistas del mundo. Y deportista en activo con una empresa dedicada al tiempo libre. 

Aún faltaba el toque final que corrió a cargo de Sonido Corco, que amenizó la tarde con buena música y sonido electro-voice, con una gran fiesta que llegó hasta altas horas de la madrugada.

Lo dicho, éxito sin precedentes en esta XVII Raqueta de Valdeón. Y no es casualidad. Hay mucho trabajo y mucha planificación detrás. El servicio de ambulancia contratado no tuvo que intervenir, afortunadamente.

Fuente: Enrique Martínez Pérez

Fotografía: Raquetada de Valdeón 2025 - Tobaventura y Enrique Martínez Pérez