La rudimentaria extracción de antimonio en las antiguas minas del Yordas en Riaño
La rudimentaria extracción de antimonio en las antiguas minas del Yordas en Riaño.
Llegaron a existir 34 minas en las que se arañaba una pequeña parte del mineral a la tierra con métodos manuales en esta zona de la Montaña Leonesa.
La Montaña de Riaño constituye uno de los principales yacimientos de antimonio de la Provincia de León, hasta el punto que llegaron a existir en la zona 34 minas destinadas a la extracción de estibina, de la que se obtiene el raro y preciado mineral, empleado para la fabricación de semiconductores. Sin embargo, su explotación se llevó a cabo desde finales del siglo XIX con unos métodos más que rudimentarios.
La presencia de este metal, que se utiliza también en aleaciones metálicas de medicina o para endurecer otro tipo de aleaciones, ya era conocida y explotada desde época romana o medieval, tal y como demuestran restos arqueológicos como el molino de piedra existente en la zona de 'Argatón', ubicada en el entorno del pico Yordas, donde precisamente se encuentra la mina 'María Teresa', la explotación más importante de cuantas existieron.
Pero antes de 'María Teresa', en el paraje de 'Argatón' fueron demarcadas en 1886 otras dos minas, 'Desconsuelo' y 'Discordia'. De ellas se conservan parte de las galerías, aunque debido al paso del tiempo se han producido derrumbes. Aun así, los restos permiten conocer los artesanales métodos con los que se extraía el mineral durante la década de 1920.
Con martillo picador, barreno y acarreo manual o con caballerías, y tan solo con la ayuda de un compresor, se arañaba una pequeña parte del metal a la tierra. Unos métodos que, unidos a la existencia de mineralizaciones demasiado irregulares, harían imposible la posibilidad de rentabilizar su explotación industrial hoy en día.
Después, en 1903 se registró la mina 'María Teresa' en el paraje de 'Congostura'. Este yacimiento, en el que la mineralización esta encajada en una caliza de montaña, se explotó a cuatro niveles mediante zanjas, trincheras y pequeños travesales siguiendo el filón rico en estibina.
La actividad se mantuvo hasta 1919, y según el volumen de sus escombreras, que llegan casi hasta el propio embalse de Riaño, y las obras de galería, todo parece indicar que la producción de antimonio fue importante.
Una vez extraída la estibina tanto de una mina como de la otra, esta se transportaba en carros hasta la fundición construida en 1915 en Riaño. Era una pequeña fábrica que constaba de dos hornos, uno para volatilizar el óxido y otro para reducir este óxido a metal, y que supuso una auténtica novedad en toda la región, por lo que en la ‘Estadística Minera de España’ publicada en 1917 se le dedicó un artículo con su descripción.
Sin embargo, las explotaciones terminaron cerrando en los años 20, y aunque la fundación se utilizó durante décadas para procesar y fundir el arsénico y el mercurio que se extraía en otras minas que había en la zona, esta también terminó cerrando.
Aun así, la zona minera del Pico Yordas está declarada Punto de Interés Geológico (PIG) dentro del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre, dada la importancia que tienen estas minas desde el punto de vista mineralógico, por sus interesantes ejemplares de Estibina cristalizada y la presencia de óxidos de antimonio como Valentinita o Cervantita.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Minas de antimonio de la zona del Pico Yordas, en Riaño, - José María Escapa