¿Estás pensando en comprar un EV? Resolvemos tus dudas
Europa está apostando fuerte por una transición que se traducirá en la retirada gradual de los vehículos de gasolina y la incorporación de una nueva flota de vehículos eléctricos en todo el continente. La oferta de EVs es cada vez mayor en España, a precios muy competitivos gracias a una combinación de subsidios de los países fabricantes y ayudas a la compra en los países de destino de estos vehículos.
Si estás pensando en comprar un nuevo coche, y dudas entre un vehículo eléctrico y uno de gasolina, vamos a tratar de esclarecerte algunas de las cuestiones más frecuentes que pueden surgir en torno a los EVs, desde su costo y su consumo hasta el impacto ecológico que pueden tener en comparación con un vehículo de combustión interna.
La duración de la batería
Una de las principales dudas en torno a los vehículos eléctricos gira en torno a la capacidad de la batería para alimentar el coche. A día de hoy, la mayoría de los vehículos eléctricos tiene una autonomía superior a los 300 km con una carga completa, lo que iguala o incluso supera la autonomía de muchos coches de gasolina. Son especialmente convenientes para circular en la ciudad, pero te darán una buena autonomía para circular en zonas rurales.
En cuanto a la duración de la batería a largo plazo, se estima que en la mayoría de los casos la batería está garantizada para al menos diez años de conducción. Esto no significa que el coche deje de funcionar a partir de esta fecha, sino que la capacidad total de la batería será menor debido a la degradación natural del litio. En este caso son muchas las compañías que ofrecen un reemplazo gratuito de la batería del coche.
La seguridad de la batería
Otra preocupación gira en torno a posibles incendios de la batería de un EV. La extraordinaria capacidad de carga eléctrica que tiene un EV puede traducirse en incendios si se produce un accidente. Para prevenirlo, los fabricantes adoptan muchas medidas de análisis y prevención como las valoraciones químicas y las pruebas de integridad antes de instalar una batería en un coche nuevo. Y, además, la estructura del coche también desempeña un papel esencial.
La ubicación de las baterías en un vehículo eléctrico está diseñada para prevenir daños por impacto. Generalmente las baterías se encuentran debajo del vehículo, con lo que solo un impacto verdaderamente severo y a gran velocidad podría golpearlas. Además, el espacio donde se alojan incorpora sistemas de absorción de impactos, lo que mitiga aún más un riesgo de incendio que no está exento en otros coches. La gasolina, al fin y al cabo, es inflamable.
El precio del coche
No es necesario gastarse 30.000 € en un Tesla para tener un vehículo eléctrico. Podemos simplemente comprarnos un Dacia Spring por 12.200 €, o un Fiat 500e por 19.900 €. Además, el inminente desembarco de los coches BYD y Xiaomi en Europa puede abaratar todavía más el costo de los EVs, siempre y cuando la Unión Europea no establezca aranceles a los vehículos de producción China, como acaban de hacer en Estados Unidos.
La problemática de los aranceles parece que se desplegará en los próximos meses, considerando los enormes subsidios que reciben los fabricantes de EVs chinos. En China es posible comprar EVs desde apenas 7000 €, un precio que realmente sería ideal en Europa, pero que difícilmente llegaremos a ver si la política de aranceles en los Estados Unidos termina consolidándose también en la Unión Europea.
El precio de la electricidad
Otra preocupación habitual es el precio del kilovatio hora, que ha subido mucho en la Unión Europea durante los últimos años a causa de la invasión de Rusia a Ucrania. En concreto, la electricidad subió en Europa central debido a su dependencia del gas ruso, mientras que en España las subidas fueron más moderadas porque en nuestro país producimos casi un 70% de nuestra electricidad procedente de fuentes renovables y de la energía nuclear.
Esto nos da una buena base para entender el futuro. España paga menos por la electricidad porque ha logrado una mayor independencia energética, y este es el camino que está siguiendo el resto de la Unión Europea. Cuanto mayor sea la cuota de energías renovables en la producción eléctrica de nuestro país, menor será el precio del kilovatio hora que tendremos que pagar para recargar nuestros coches.
El costo de las reparaciones
Es cierto que un mecánico no puede reparar un motor eléctrico con la misma autonomía con la que podría reparar un motor de gasolina. El nivel tecnológico de un EV es muy superior al de un motor de combustión interna –una tecnología que, al fin y al cabo, es del siglo XIX–, así que las averías en el motor tendrán que ser reparadas por las propias compañías, y lo mismo puede decirse de cualquier problema con la batería.
Por otra parte, los motores de los EVs tienen mucha menos fricción y muchas menos piezas móviles, lo que reduce considerablemente las posibilidades de que experimenten averías. Además, seguiremos pudiendo acudir a los talleres mecánicos para reparar nuestros vehículos en lo que se refiere al chasis, los neumáticos, el parabrisas o la carrocería. En líneas generales, no tendremos que preocuparnos por un costo excesivo en este aspecto.