Ruinas: el Castillo de Alba, uno de los más antiguos de León
Ruinas: el Castillo de Alba, uno de los más antiguos de León.
Situado en Llanos de Alba, fue construido por Alfonso III de Asturias, resistió el ataque de las huestes de Almanzor y a una batalla aún más dura, la del abandono.
El Castillo de Alba se encuentra situado en la localidad de Llanos de Alba, en la Montaña Central Leonesa. Constituye una de las fortalezas más antiguas de León, fue construida a finales del siglo IX por Alfonso III de Asturias, y en el año 997 consiguió resistir el ataque de las huestes de Almanzor, aunque ha resistido a una batalla aún más dura, la del abandono.
Se considera uno de los primeros del Reino de León y fue levantado por Alfonso III de Asturias a finales del siglo IX, aunque probablemente se construyó sobre un antiguo asentamiento romano muy bien ubicado y que pudo haber sido también utilizado por godos, árabes y reyes cristianos.
Se encuentra sobre la 'Peña del Castillo', una zona desde la que dominaba el valle del río Bernesga y la calzada que iba de León hasta Asturias. Controlaba todo el territorio de La Robla, Llanos, Puente, Peredilla y Huergas, así como sus desviaciones hacia Luna, por Sorribos y Olleros, por lo que servía de primer baluarte defensivo para frenar a cualquier enemigo que avanzase desde el sur.
Originalmente contaba con dos líneas de fortificación, en primer lugar un baluarte interior y, además, una terraza inferior. Su muralla alcanzaba los 200 metros de longitud y los 3 metros de espesor, con una entrada en el lado norte flanqueada por dos cubos semicirculares.
Durante el reinado de Alfonso III desempeñó un papel fundamental en la rebelión de su hijo, que tuvo su origen en el 910 cuando su esposa, la reina Jimena, entregó la fortaleza junto con los castillos de Luna, Gordón y Arbolio a su primogénito, García I de León, por lo que este logró la abdicación del rey y el ascenso al trono leonés.
Más tarde, a finales del siglo X, volvió a ganar protagonismo cuando resistió ante el ataque de las huestes de Almanzor en el 997. Después, en el XI, pasó a manos del poderoso Conde Fruela Muñoz, y a lo largo de los reinados de Urraca I de León y su hijo el emperador Alfonso VII, su tenencia fue confiada al magnate asturiano Suero Bermúdez, uno de los personajes más leales a la Corona en una época tumultuosa.
En el transcurso de la historia el estratégico castillo también estuvo controlado por Alfonso VIII de Castilla, al igual que otros como los de Luna, Portela o Siero de Riaño, tras la muerte de Fernando II de León y hasta la firma del Tratado de Tordehumos (1194), por el que fueron devueltos al reino de León. Así, la fortaleza pasó a ser propiedad del concejo de León poco después, en 1196, por un privilegio de Alfonso IX de León. La fortaleza se mantuvo hasta el siglo XIII, perdiendo importancia aunque fuera citado hasta el siglo XV.
Ya en un tiempo más cercano, esta construcción fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1949, sin embargo, y pese a ello, en la actualidad la histórica edificación se encuentra en riesgo de desaparición por el abandono y el deterioro de los vestigios, como consecuencia de los trabajos en una cantera cercana propiedad de la cementera Tudela Veguín. Pero para la empresa preservar el Castillo podría suponer renunciar a extraer 12.000.000 de toneladas de piedra caliza.
Hace apenas unos años, en 2021, se intentó llevar a cabo su restauración y, para ello, el Ayuntamiento de La Robla solicitó una subvención al Programa 'R' de la Diputación de León. De esta forma, el Instituto Leonés de Cultura concedió 80.000 euros para los trabajos, mientras que el Consistorio de la Montaña Central Leonesa aportaría otros 20.000 euros.
El problema surgió con la cesión de uso del monumento por parte de la Junta Vecinal de Llanos de Alba. El alcalde pedáneo se negó a firmarla excudándose en que no fue la entidad local quien solicitó la ayuda, lo que podría haber condenado a los pocos restos que siguen en pie de la atalaya erigida por Alfonso III. Por el momento, ya se encuentra en la lista roja de Patrimonio de Hispania Nostra.
Según los expertos, esta fortificación constituye "uno de los hitos más señeros del Patrimonio Histórico de la provincia de León, tanto por tratarse de uno de sus castillo más antiguos, como por presentar restos arquitectónicos muy estimables, especialmente obras defensivas, foso y muralla, así como un baluarte en la zona superior"... Aunque parece sentenciada al olvido.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Hispania Nostra y Comarcadegordon.net