Asturias no reparará la carretera de Tarna para que pase la Vuelta Ciclista
La novena etapa de la Vuelta partiría de Cistierna (León) y, tras pasar por Riaño, tomaría Tarna en sentido descendente, mucho más peligroso, por la velocidad, para culminar en el alto del Naranco, en Oviedo.
En total, 165 kilómetros que en principio podría suspenderse por el estado del asfalto y la carretera del puerto de Tarna.
A cuatro meses largos de celebrarse esta novena etapa, Tarna está literalmente destrozado. Se descompone en cada curva desde Campo de Caso hasta a la cumbre, situada a 1.490 metros de altura. Los 23 kilómetros existentes entre ambos puntos de la AS-117 son una sucesión de baches, desniveles, grietas, irregularidades y gravillas, amén de un gran argayo y varios menores. El de más grueso calibre, en el km 60, corta por completo un carril a lo largo de 150 metros desde el 31 de enero de 2015.
O sea, hace ¡15 meses! Su reparación está ahora mismo en fase de licitación con un margen de cuatro meses para la empresa que resulte adjudicataria.
O sea, que podría ni siquiera estar listo.
La Vuelta Ciclista se estrellará en Tarna el 28 de agosto para la Vuelta, pues la obra no ha empezado.
El Principado solo prevé una actuación de 259.565 euros que incluye esta reparación y la de dos puntos críticos a la altura de Foz y la desviación a Pendones.
No hay más planes pese a la situación crítica, el abandono histórico del puerto y la proximidad de la Vuelta.
Quedan cuatro meses para la Vuelta Ciclista a España 2016 y solo hay dos caminos posibles: modificar el recorrido de la novena etapa o asfaltar Tarna.
El primero sería una cobardía, un ridículo absoluto del Principado, que gasta cada vez menos euros en obra pública.
El segundo sería lo razonable, pero el tiempo apremia, y el principado de asturias ya ha decidido que no cubrirá con los gastos de esta reparación.
Y el tercero, no hacer nada, conduciría directamente a la catástrofe.
Fotografía: Archivos INE.ES