El confinamiento disparó en 2020 el número de obras y reformas en los hogares

Un número muy importante de familias decidieron emplear el tiempo de confinamiento por el Covid-19 para realizar reformas y mejorar la habitabilidad de sus casas.

En lo relativo a cómo es la casa de nuestros sueños, cada cual tiene su propia opinión. Pero lo cierto es que, a raíz de los meses de confinamiento forzado que vivimos durante los meses de marzo, abril y mayo, muchos de nosotros empezamos a valorar aspectos que, hasta ahora, no teníamos demasiado en cuenta a la hora de elegir la distribución de nuestro hogar.

La amplitud, los espacios abiertos y el jardín han sido las grandes tendencias en lo que a construcción y reformas de viviendas se refiere. Además, otros detalles, como por ejemplo la mejora de la ventilación, también están teniendo mucha influencia en la forma de plantear las obras de una casa.

Así nos lo confirma una de las mejores empresas de reformas en Madrid, cuyo número de clientes, desde el inicio de la pandemia, han aumentado por encima del 30%.

“La llegada del Covid pareció cambiar por completo las preferencias de las personas con respecto a sus casas. El permanecer tanto tiempo sin salir en pisos pequeños, casas sin luz natural suficiente o en habitaciones sin ventilación hizo que mucha gente se decidiera a empezar una reforma completa de su vivienda”, nos comentan desde Reformas Hoy.

Y las cifras así lo demuestran, a tenor del crecimiento de más de un 20% respecto a 2019 del número de licencias de obra tramitadas por los diferentes ayuntamientos españoles.

¿Qué tener en cuenta a la hora de afrontar una reforma?

Pues en primer lugar sin duda ninguna lo que se va a reformar. No es lo mismo si se pretende trabajar en un espacio concreto, como puede ser el hacer una reforma de cocina o salón, que si lo que se quiere es realizar una reforma total de la vivienda. Será mucho más simple y menos costoso la primera opción, pero no dará tantas posibilidades de mejora en conjunto como la segunda.

En segundo lugar, habrá que barajar diversas opciones al respecto de quién se encarara de llevar a cabo las obras. Pero ojo, en este sentido tan contraproducente puede ser solicitar una infinidad de presupuestos a diferentes constructores como aceptar la primera propuesta que se tenga encima de la mesa.

Lo ideal suele ser tener reuniones con varias empresas con las que poder hablar sobre las necesidades personales que se tienen y comprobar si ellos son capaces de adaptarlas, tanto por ideas que puedan aportar como por otros trabajos realizados anteriormente y que guarden algún tipo de relación con los resultados a buscar.

Una vez realizadas las entrevistas, se recomienda solicitar dos o tres presupuestos diferentes, no más. Tan sólo es necesario el mínimo para tener la posibilidad de hacer una pequeña comparación. Después, decidir teniendo en cuenta también aspectos como la fecha de comienzo de las obras y los plazos de entrega, que deben ser compromisos firmes por parte de los constructores.

Y ya por último, una vez tomada la decisión, solicitar un contrato donde se reflejen las condiciones y presupuesto por escrito, para que sirva como garantía en caso de falta en el compromiso. También hemos de asegurarnos que la empresa encargada del trabajo cumple con todas las normativas tanto laborales como con los seguros de responsabilidad civil.