La Montaña de Riaño y Mampodre se vuelca con el cáncer infantil
La Montaña de Riaño y Mampodre se vuelca con el cáncer infantil.
La carrera solidaria celebrada en Riaño congregó a más de 200 participantes de todas las edades y resultó un éxito rotundo de principio a fin.
La Montaña de Riaño y Mampodre se volcó ayer con el cáncer infantil. La primera carrera solidaria en favor de la lucha contra esta enfermedad congregó a más de 200 participantes de todas las edades en Riaño, y resultó un éxito rotundo de principio a fin.
La cita se celebró con motivo del Día Mundial contra el Cáncer Infantil que la Organización Mundial de la Salud celebra cada 15 de febrero, desde el año 2002, con el fin de crear conciencia sobre esta enfermedad en menores y la necesidad de que todos los niños y adolescentes tengan acceso a un diagnóstico y tratamiento adecuado.
En España hay varias asociaciones y fundaciones que apoyan a los niños con cáncer. Una de ellas es Aladina, una organización española cuyo objetivo principal es brindar apoyo integral a niños y adolescentes con cáncer, y también a sus familias. Algo similar a lo que hace la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), pero en menores.
José Félix Gil Díaz y Lidia del Blanco fueron los promotores de la I Carrera Solidaria contra el Cáncer Infantil celebrada en Riaño. “Yo soy socio de Aladina desde hace tiempo y me encontré con Lidia en Riaño que también es socia, ambos solemos participar en actos benéficos. Esto salió de repente y se nos hizo tan grande como es la Montaña de Riaño y Mampodre”, destacó José Félix, poco después de terminar la actividad y aún incrédulo por el éxito que alcanzó el evento.
Nadie esperaba un éxito tan rotundo. Todos los Ayuntamientos de la comarca, sin excepción, Juntas Vecinales, establecimientos hoteleros, empresarios, autónomos, asociaciones culturales, voluntarios, todo el mundo se volcó con la carrera solidaria.
Incluso el tiempo, que en la Montaña de Riaño y Mampodre nunca está garantizado en invierno, también se unió a la fiesta y amaneció un día radiante de sol, que truncó, afortunadamente, las malas previsiones meteorológicas y permitió cumplir con el programa preparado por la organización, amplio y muy variado.
La actividad comenzó a las diez de la mañana con la retirada de dorsales en la avenida de Valcayo de Riaño, donde los promotores habían desplegado el amplio dispositivo para cubrir las necesidades de la carrera. Música desenfadada y alegre para animar a los corredores que, poco a poco, se iban dando cita en el lugar, con un sonido impecable y de gran calidad.
La primera carrera de niños entre cero y ocho años estaba programada para las doce en punto de la mañana. Se emplearon a fondo los peques en Valcayo para cubrir los escasos 200 metros del recorrido, derrochando energías y constantemente animados y aplaudidos por sus padres y amigos. La segunda, para niños entre 10 y 14 años, salió a las 12:30 horas, con un recorrido más amplio en el que los jóvenes participantes lo dieron todo.
Y la prueba estrella, centrada entre las edades de entre 14 y 100 años, salió a las 13:00 horas con algo más de 200 participantes en la línea de salida. Mucha juventud deportista y solidaria para cubrir los 3.200 metros, en un circuito trazado por las calles de la localidad riañesa y donde el triunfo seguramente era lo menos importante, por ello algunos se limitaron a cubrir el recorrido caminando.
A la llegada todos los participantes tenían acceso a bebidas hidratantes. Gran aceptación tuvieron las sopas de ajo de Maruja Macho, que esta vez mezcló sabiamente con champiñones consiguiendo una delicia de plato de categoría gourmet. Con un punto de picante, hubiera sido excelente para quitar un frío que no hacía.
No menos exquisito estaba el vaso de chocolate generoso preparado por la Asociación de Mujeres Santa Águeda, acompañado por bollos y pastas típicas de la zona, elaborados por ellas mismas. Una vez más las mujeres que integran esta asociación hicieron una gran labor, colaborando con la organización y aportando su granito de arena.
Sobre las dos de la tarde comenzó la entrega de premios con casi todos los alcaldes en el estrado para entregar los numerosos galardones, todos ellos donados por entidades particulares. Paralelamente, la organización había preparado un concurso de disfraces donde los niños fueron los triunfadores. Y después se sortearon más regalos en el que se participaba a través de papeletas.
Como gran final se celebró el sorteo de la sede donde el año que viene se celebrará de nuevo esta carrera solidaria contra el cáncer infantil. El Ayuntamiento agraciado fue el de Crémenes.
Sin duda, un gran día de celebración y fiesta en la Montaña Oriental Leonesa por una buena causa, donde los organizadores vieron compensada su labor con la participación de cientos de personas.
“Sí que ha sido un poco duro pero la gente ayuda y nos lo han puesto fácil”, afirmó José Félix. “El resultado es bárbaro. Se han superado mis previsiones, ayudado también por la climatología porque ha estado un día precioso. La verdad es que no me esperaba esto”.
La organización está más que satisfecha por los resultados conseguidos pero, sobre todo, por la cantidad recaudada para la Fundación Aladina para quien irán íntegros los beneficios obtenidos. “Bueno, todavía no se sabe, porque aún hay que descontar gastos, pero creo que estemos en una cifra próxima a los cuatro o cinco mil euros”, apuntaron.
La cara de satisfacción de José Félix no ofrece dudas: “Me falta tiempo para agradecer a toda la gente, a particulares, comercios, Ayuntamientos, Juntas Vecinales. También quiero disculparme por si alguno se nos ha quedado atrás porque hemos andado con el tiempo un poco justo. El próximo año será en Crémenes y espero que se moje todo el mundo porque la causa lo merece”.
Dicho queda.
Fuente: Enrique Martínez Pérez
Fotografía: Enrique Martínez Pérez