Los árboles más singulares de la Montaña Palentina
Los árboles más singulares de la Montaña Palentina.
Son diez ejemplares incluidos en el Catálogo de Especímenes Vegetales de Singular Relevancia de Castilla y León, que destacan principalmente por su tamaño y edad.
Un árbol singular es aquel que destaca de entre los demás por su tamaño, forma, edad, rareza, origen biológico, estado de conservación, belleza o por formar parte de mitos o tradiciones, como es el caso de nueve ejemplares que se conservan y son una auténtica joya natural de la Montaña Palentina: tres tejos, tres robles, un olmo, un pino, un cedro.
Roblón de Estalaya
Quizás uno de los árboles más emblemáticos de la Montaña Palentina sea el Roblón de Estalaya, conocido como 'El Abuelo'. Se encuentra en la localidad de Estalaya, del municipio de Cervera de Pisuerga y constituye un auténtico monumento natural.
Se trata de un impresionante ejemplar de roble albar (Quercus petraea) al que se le estima unos 800 años de edad, lo que lo convierte en uno de los árboles más antiguos no solo de la Provincia de Palencia sino de toda la Península Ibérica. Alcanza una altura aproximada de 17 metros y tiene un descomunal y retorcido tronco de unos 10 metros de perímetro, que atestigua las diferentes adversidades a las que ha sobrevivido. Además, de él surgen ramas de grandes dimensiones que conforman una copa de una anchura próxima a los 16 metros.
Roblón de la Tenada
Otro ejemplar de gran envergadura es el Roblón de la Tenada, también un roble albar (Quercus petraea), al igual que 'El Abuelo'. Se encuentra en la localidad de Resoba, en el municipio de Cervera de Pisuerga, y cuenta con más de 500 años de antigüedad.
En cuanto a tamaño, también sigue la estela del Roblón de Estalaya, con 15 metros de altura y 8 de perímetro en la base. Se distingue, eso sí, por una enorme copa que da cobijo a los viejos tapiales de la Tenada.
El Roblón de Lebanza
El último roble albar (Quercus petraea), incluido en el Catálogo de Especímenes Vegetales de Singular Relevancia es el Roblón de Lebanza, situado en el paraje de Matarroyal de la localidad de Lebanza, perteneciente al municipio de La Pernía.
Aunque en este caso no destaca por su longevidad, pues apenas supera los 300 años, sorprende por su envergadura, con un tronco principal de más de 8 metros de diámetro, que se bifurca en dos grandes ramas y da lugar a una copa estrecha que domina el denso hayedo en el que se encuentra.
Tejos de Tosande
Otra de las especies de la Montaña Palentina más representadas en el Catálogo de Especímenes Vegetales de Singular Relevancia de Castilla y León son los tejos (Taxus baccata), con tres ejemplares milenarios de hasta 15 metros de altura, y diámetros de más de un metro, que han sido inventariados en la extraordinaria Tejeda de Tosande, en Dehesa de Montejo.
Esta joya biológica de la Montaña Palentina alberga más de 700 árboles antiguos de esta especie, por lo que constituye una de las concentraciones de tejos más singulares de Europa y, a su vez, una auténtica representación de lo que fueron los bosques de coníferas de la era Terciaria. Además, en esta Tejeda sorprende la cantidad de ejemplares de grandes dimensiones, teniendo en cuenta que la especie tiene un crecimiento muy lento.
Cedro de los Orioles
Otro de esos árboles de gran singularidad es el Cedro de los Orioles (Cedrela odorata), testigo directo de un siglo y medio de historia desde un jardín particular situado junto a la Plaza de Santa Bárbara de Vallejo de Orbó, en el municipio de Brañosera.
Sus 24 metros de altura y su enorme copa le confieren una superficie proyectada de más de 600 metros cuadrados, la más grande de los ejemplares catalogados de Palencia. Aunque, sin duda, su mayor particularidad es que sobrevivió al impacto de un obús durante la Guerra Civil que le partió el tronco, lo que le da ese aspecto achatado.
La Olma de Camporredondo
Ahora nos trasladamos hasta el pueblo de Camporredondo de Alba, en el municipio de Velilla del Río Carrión, en cuya plaza se conserva 'La Olma de Camporredondo', un olmo de 150 años de antigüedad.
Su incorporación al Catálogo de Especímenes Vegetales se debe a su imponente tamaño, con 1,2 metros de diámetro y una altura total de 15 metros, y a su capacidad para sobrevivir a la grafiosis, enfermedad que ha acabado con la mayoría de negrillos del territorio.
El pino de Don Luis
Por último, en el listado de especímenes más singulares de la Comunidad se incluye un ejemplar que se conserva en Brañosera, se trata del 'Pino de Don Luis', también conocido como 'El Pino de la Oficina' porque estaba al lado de una antigua oficina de las minas.
Para admirarlo es necesario elevar la vista al cielo por su porte recto y su gran altura, que roza los 30 metros.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Palencia Turismo; Ayuntamiento de Cervera de Pisuerga