La trepada del Mayo encumbra la tradición en Lario medio siglo después
La trepada del Mayo encumbra la tradición en Lario medio siglo después.
Cientos de personas contemplaron cómo cinco valientes intentaban llegar a la cima, a más de 20 metros, en un hito que solo uno consiguió en homenaje al párroco José Vicente Rodríguez.
Después de la tradicional Pinada del Mayo, el pasado 30 de noviembre, y de tener que retrasar la subida al mismo por las condiciones meteorológicas, ayer fue el día en el que Lario por fin pudo encumbrar la tradición medio siglo después para honrar al párroco José Vicente Rodríguez en sus bodas de oro sacerdotales.
Coincidiendo con la festividad de San Julián, cientos de personas se acercaron hasta la localidad del Valle de Valdeburón para no perderse cómo cinco valientes intentaban llegar a la cima, a más de 20 metros. Un hito que solo consiguió uno, Héctor Fernández, de Cuénabres.
Más de 11 minutos le llevó al joven trepar el indomable Mayo, para llevarse un premio y alcanzar el insólito reconocimiento de haber ascendido uno de los contados Mayos de la Montaña Oriental Leonesa.
La emoción y la expectación fue máxima entre los presentes en la bolera, que pudieron revivir una tradición que no se veía en Lario desde hace 50 años, y que la mayor parte de los vecinos ni siquiera habían podido presenciar en toda su vida.
Esta tradición se celebra en la Montaña de Riaño cuando un hijo del pueblo canta su primera misa, o con la llegada de un nuevo sacerdote. Lo habitual de la festividad es que se extendiese durante tres jornadas, el día que se traía el mayo, el día de la pinada y el día de la misa, cuando los mozos se encaramaban a él para intentar alcanzar su punto más alto.
Es una costumbre ancestral de culto al árbol, de origen prerromano, posteriormente cristianizada. El mayo se cortaba, se lijaba y se engrasaba, y después los mozos lo alzaban utilizando sogas, cadenas, escaleras y grandes tijeras de troncos, mientras las mozas cantan canciones típicas del día. Una vez pinado se ofrecen dulces y vino para todos, y después llega el momento de trepar
En este caso, Lario quiso recuperar la pinada y subida al Mayo con motivo de las bodas de oro sacerdotales de su párroco, José Vicente Rodríguez, pues su misa nueva de aquel 29 de diciembre de 1954 había sido la última vez que se había celebrado esta particular ceremonia.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Trepada del Mayo en Lario - DDV