Audición y envejecimiento: ¿Es normal perder oído con los años?
A medida que se cumplen años, el cuerpo va experimentando diferentes cambios, y el sistema auditivo no es una excepción. La pérdida de audición es bastante común, mermando considerablemente la calidad de vida de quienes la padecen si no se detecta a tiempo y se trata correctamente. En este artículo, se analizan las causas y los signos de alerta, presentando, además, las soluciones disponibles para mantener una audición óptima a cualquier edad.
Buena parte de la población sufre problemas de audición, que aparecen o se agravan con el envejecimiento. Aunque se considera parte del proceso natural del paso del tiempo, es necesario comprender sus causas, síntomas, así como las posibles soluciones para mantener una buena calidad de vida.
Motivos por los que aparece la pérdida auditiva
Como cabe suponer, todos los órganos, incluidos los que forman parte de la audición, sufren desgaste a lo largo de una vida. En concreto, la pérdida auditiva relacionada con la edad es muy habitual en adultos mayores de 65 años, siendo un proceso que no aparece de la noche a la mañana, sino que tiene un avance lento, tanto es así que muchos afectados no se dan cuenta hasta que la pérdida ha progresado bastante. Habitualmente, afecta primero a la percepción de los sonidos agudos, como el canto de los pájaros o el timbre del teléfono.
Este deterioro se debe, en gran parte, al daño gradual que va afectando a las diminutas células ciliadas del oído interno. Estas células nerviosas no se regeneran una vez dañadas y la exposición prolongada a ruidos fuertes, así como ciertas enfermedades o la toma de algunos medicamentos, agravan el desgaste en la calidad de la percepción de los sonidos.
Señales de pérdida de audición
Es importante conocer cuáles son las señales de pérdida auditiva para acudir a un especialista, como audicostaudifonos.com, y encontrar soluciones al mejor precio antes de que el problema siga creciendo.
Una clara señal es cuando se perciben problemas a la hora de entender una conversación, especialmente en sitios ruidosos o cuando varias personas hablan a la vez.
Otro signo claro de alerta se refiere a la necesidad subir el volumen de los dispositivos habituales, como la tele, la radio o el teléfono, a un nivel que resulta elevado para los demás.
Asimismo, es obligado acudir inmediatamente a una revisión cuando se evitan grupos o fiestas porque no se puede seguir las conversaciones, ya que aquí comienza el aislamiento voluntario para no sentirse excluido e incómodo en estos contextos.
Por último, se debe prestar atención a cualquier zumbido de oídos, ya que, aunque no es un síntoma exclusivo de la pérdida auditiva, suele acompañarla.
Ante cualquiera de estas señales, no hay que perder tiempo y hacerse un chequeo completo.
Consecuencias de la pérdida auditiva en la calidad de vida
La pérdida de audición merma la capacidad de escuchar sonidos, lo que se traduce en un impacto profundo en la calidad de vida de las personas. Afecta en un sentido emocional, social y cognitivo, puesto que escuchar, más allá de ser un acto físico, es una vía de conexión con el mundo y sobre todo con las personas que se encuentran en el entorno más cercano.
Sociales
En este sentido, una de las peores consecuencias de la pérdida auditiva es la dificultad para comunicarse con los demás, levantando una barrera que dificulta el entendimiento y la socialización. Esta frustración generada por la dificultad de mantener una simple conversación cotidiana, lleva a los que padecen esta condición a aislarse. De este modo, muchas son las personas con pérdida auditiva que prefieren evitar situaciones sociales para no tener que enfrentarse a estas dificultades. A menudo, con el paso del tiempo, este aislamiento lleva a un profundo sentimiento de soledad, una merma en la autoestima, la confianza, e incluso llega a desembocar en una profunda depresión.
Laborales
En el entorno laboral, las consecuencias de la pérdida auditiva no tratada son nefastas, ya que acciones cotidianas, como asistir a reuniones, atender llamadas telefónicas o interactuar con compañeros, se convierten en auténticos desafíos. La incomodidad o la falta de comprensión llevan, inexorablemente, a una disminución de la productividad, limitando las oportunidades de crecimiento profesional o desembocando en un despido.
Deterioro cognitivo
Desde un punto de vista de la salud general, la pérdida auditiva se asocia a un mayor deterioro cognitivo, acelerando procesos como la pérdida de memoria o la dificultad para concentrarse. Este vínculo no hace más que enfatizar la importancia de abordar la pérdida auditiva de manera temprana para preservar la calidad de vida y prevenir problemas más serios a largo plazo.
A pesar de todas estas consecuencias negativas, la buena noticia es que, hoy en día, existen múltiples soluciones efectivas que tratan la pérdida auditiva, desde audífonos avanzados hasta terapias de rehabilitación auditiva. Reconocer el problema y buscar ayuda es el primer paso para recuperar la conexión con el mundo y mejorar tanto la salud emocional como la social.
En definitiva, la pérdida auditiva impacta profundamente en la vida de las personas si no se aborda a tiempo. Sin embargo, con apoyo, comprensión y acceso a soluciones modernas, quienes enfrentan esta condición son capaces de superar sus barreras y disfrutar de una vida plena y activa.