El sorprendente testimonio de una mujer de León que se ha sometido a una reducción de pecho

Suele pensarse que las operaciones de cirugía estética que tienen lugar en el pecho siempre son aumentos, pero nada más lejos de la realidad. ¿Sabías que en muchas ocasiones se trata de reducciones? En efecto, puesto que el principal objetivo de este tipo de procesos quirúrgicos consiste en mejorar la calidad de vida de los pacientes. En este sentido, es reseñable que la de algunas personas que tienen una excesiva talla de pecho deja bastante que desear.

Son constantes los dolores que experimentan, principalmente en la zona de la espalda. A la lista de aspectos negativos hay que sumar otros como las miradas indiscretas e incómodas que se producen en lugares públicos, generando una sensación de inseguridad de la que es difícil desprenderse.

Así pues, no es de extrañar que la operación de reducción de pecho sea una de las más demandadas en las clínicas de cirugía estética. Hoy hablaremos del caso de una mujer de León de 35 años que decidió someterse a este proceso, recurriendo para ello al Instituto europeo de cirugía plástica.

Teniendo en cuenta que es un proceso bastante desconocido para una buena parte de la población, su testimonio es sorprendente. Más allá de explicar cómo fue la operación, también incide en el satisfactorio resultado obtenido, tal como veremos a continuación.

Trato personalizado y sin tecnicismos

La mujer de León, tras muchos años sufriendo las consecuencias de tener un pecho demasiado grande, investigó acerca de las clínicas que podían poner remedio a su situación. Fue entonces cuando dio con una que llamó poderosamente su atención por las excelentes reseñas publicadas en la red.

Se trata del centro anteriormente sacado a colación: IE Cirugía Plástica, también conocido como Instituto Europeo de Cirugía Plástica. Tras decidirse por esta opción y acudir presencialmente a las instalaciones, no tardó en comprobar de primera mano un factor positivo que había leído en Internet: el alto nivel de personalización del trato ofrecido por los profesionales que forman parte de la clínica.

Desde el primer momento, los expertos en la materia se adaptaron a las necesidades de la paciente, entendiendo sus inquietudes y dándole explicaciones transparentes a la par que honestas. Esto derivó en que rápidamente depositase su confianza en estos profesionales con tanta experiencia a sus espaldas.

En ocasiones, la dilatada trayectoria lleva a los profesionales a hablar con una jerga difícil de entender, pero tal como explica esta mujer, no fue el caso: “Entendí a la perfección todo lo que me contaban porque no utilizaban tecnicismos, cosa que agradecí”.

Entorno hospitalario para una mayor tranquilidad

Dicha valderruedana también afirma haberse sentido muy tranquila al ver que la clínica se integraba en un centro hospitalario de gran prestigio a nivel nacional: Ruber Juan Bravo.

La mujer de mediana edad es bastante aprensiva y creía poder marearse antes o después de la reducción de pecho. Es por ello que los nervios hicieron menos mella en su bienestar al saber que, en caso de que algo similar sucediese, contaba con los servicios de un hospital de semejante calibre.

Excelente resultado en tan solo una hora y media

Profundizando en lo referente a la intervención en sí, esta ciudadana de León se muestra gratamente sorprendida por lo poco que duró: “Desde que el especialista inició el proceso, pasaron tan solo 90 minutos. Yo estaba completamente dormida debido a la anestesia general, así que no me enteré de nada”. Adicionalmente, afirma que a pesar de haber tenido un poco de miedo, no notó dolores, más allá de una molestia que considera leve.

“En 24 horas recibí el alta y pude irme a mi casa. El hecho de no tener que estar varios días en el hospital fue un aliciente para decidirme y poner fin a un problema que llevaba demasiados años arrastrando”.

El pecho grande se había convertido en un complejo para esta mujer. “Aunque podía hacer vida normal, por así decir, no había llegado a acostumbrarme a las miradas que recibía de vez en cuando y que me hacían sentir muy incómoda, sin hablar de los dolores de espalda que, al llegar la noche, me impedían conciliar el sueño”.

En dos semanas, sus heridas cicatrizaron y pudo empezar una nueva etapa. “Esto es un antes y un después. Con dos tallas menos, las molestias han desaparecido y me siento más segura de mí misma, sin que ello haya supuesto un duro revés para mi economía”.

Esto último que comenta la ciudadana leonesa se debe a la financiación ofrecida por el Instituto Europeo de Cirugía Plástica, la cual comprende un período máximo de 72 meses, por lo que la cuota a pagar es muy asequible. Así pues, no es de extrañar que cada vez más mujeres decidan someterse a este proceso quirúrgico para mejorar su bienestar sin tener que seguir lidiando con un pecho demasiado grande.