Una iniciativa para poner en valor los recursos naturales del Valle de Sabero
Una iniciativa para poner en valor los recursos naturales del Valle de Sabero.
Daniel Escapa inicia en Sabero su proyecto de las becas Ralbar para reconocer la sabiduría popular en el uso de las plantas silvestres.
Ralbar, en Zamora y León significa dar la primera reja de arado a las tierras. Es, también, el nombre de las becas fomentadas por la Fundación Banco de Sabadell para impulsar y dinamizar el mundo rural. Daniel Escapa García, graduado en Ciencias Ambientales por la Universidad de León, ha sido uno de los elegidos por la fundación para desarrollar un interesante proyecto: un estudio etnobotánico del Valle de Sabero, 'Las plantas olvidadas', cobijado por la Universidad de León y el Museo de la Minería y la Siderurgia de Sabero.
El sábado, 30 de julio, arranca la tanda de actividades que forman parte del proyecto y que se concretan en un coloquio sobre 'las plantas y el ser humano, importancia y uso a lo largo de la historia', que tendrá lugar en Sabero. El proyecto se completará con un paseo interpretativo por las rutas de las minas en clave etnobotánica; con los talleres infantiles 'las plantas aromáticas, ambientadores naturales' y 'mi primer herbario', en colaboración con la Universidad de León; y por último, un coloquio sobre los usos y curiosidades de las plantas tóxicas y venenosas.
“Lo que pretendo es recordar a los habitantes del municipio en qué consiste la etnobotánica”, afirma Escapa, que no olvida la “sabiduría popular, el boca a boca” que ha pasado de generación en generación. “Quiero poner en valor un legado secular que va más allá de lo puramente científico y metodológico”, explica.
Usos medicinales, veterinarios, gastronómicos, ornamentales, materias primas para la construcción de utensilios, usos rituales… Las plantas silvestres “son tan antiguas como el mundo, han convivido siempre con la humanidad y sería imperdonable perder y no reconocer toda la sabiduría que, en esta materia, nos han legado las generaciones precedentes”, sostiene Daniel Escapa.
La iniciativa es una primera aproximación al aprovechamiento racional y sostenible de los recursos naturales del valle. Insistir en las buenas prácticas ambientales, pero “también abrir la puerta a un futuro aprovechamiento económico, turístico o académico” en una comarca, recuerda, "que sufrió muy duramente el cierre de la minería y que se ha reinventado” gracias al Museo de la Minería y la Siderurgia y, sobre todo, por el desarrollo y el turismo activo y sostenible.
En los planes de Daniel Escapa está completar un inventario y herbario de las plantas silvestres del valle de Sabero; y recuperar, mediante entrevistas, los conocimientos de las personas de la comarca sobre plantas silvestres. “Se trata de situar la etnobotánica en las políticas medioambientales que se han venido desarrollando en el valle durante las últimas décadas, de dinamizar la economía local, fuertemente castigada por la despoblación y sobre todo reconocer a todas aquellas personas que fueron pioneras en valorar y respetar su entorno”, concluye.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Daniel Escapa García