Mayalde enamora por San Blas con un concierto excepcional en el Museo de Sabero

Mayalde enamora por San Blas con un concierto excepcional en el Museo de Sabero.

El popular grupo de música tradicional salmantino animó al público montañés que llenó las instalaciones mineras el pasado sábado.

El Museo de Sabero acogió el pasado sábado un intenso y divertido concierto del grupo Mayalde, en una jornada donde la música tradicional brilló para celebrar el día de San Blas y ante numeroso público llegado de toda la Provincia de León.

La localidad de Sabero venera desde hace varios siglos a San Blas, un santo de origen armenio, patrón de los males de garganta, que cuenta con una ermita dedicada a su culto.

La implantación en el siglo XIX de la primera industria siderúrgica moderna de España precisamente junto a esa ermita hizo que tomara su nombre y se acogiese a su protección. Es el 3 de febrero cuando los vecinos acuden a la ermita para celebrar una misa, procesionar al santo ataviado con una cuelga de frutas y bendecir dulces con los que curar los males de garganta el resto del año.

El Museo minero, que actualmente ocupa las instalaciones de la Ferrería de San Blas, se volvió a sumar a estas celebraciones con un concierto a cargo del conocido grupo salmantino Mayalde.

Mayalde es un grupo de música tradicional con sabor ancestral que desde hace 38 años se ha especializado en la recuperación de la música del alma. Este cuarteto familiar de Salamanca con una dilatadísima trayectoria que pone en valor la música de nuestros mayores uniendo narración y canción.

Los instrumentos insólitos y la voz son las principales herramientas de este grupo que ha publicado ya nada menos que 13 discos. 

Su originalidad reside en sacar música de cualquier cosa aderezada con historias y canciones escuchadas de los labios de la gente mayor. Por eso, sus espectáculos tienen una puesta en escena llena de encanto, utilizan cualquier objeto cotidiano: cucharas, orinales, escobas, cazuelas, morteros, vasos…

Fuente: Diario de Valderrueda

Fotografía: Carlos García - Museo de la Minería