Lavar tinacos y cisternas para mantener el agua limpia en casa
Disfrutar de agua limpia en casa depende de varios factores. Algunos no los podemos controlar directamente, ya que están a cargo del distribuidor de la red de agua de nuestra ciudad o provincia. Sin embargo, mantener en buenas condiciones el vital líquido también tiene que ver, en gran parte, con nuestra responsabilidad.
En casa utilizamos cisternas y tinacos para almacenar el agua que luego empleamos en nuestros servicios, por lo que es muy importante realizar el lavado de cisternas y tinacos con una frecuencia de seis meses. Esto eliminará la suciedad que se acumula con el paso del tiempo en las paredes y pisos de los depósitos.
Lavar un tinaco o cisterna es un proceso simple. Sólo tienes que cerrar la válvula de paso de agua y esperar a que se vacíe para evitar que se desperdicie. Luego, con una escoba nueva, talla el piso y paredes de tu depósito; enjuaga con agua limpia y repite hasta eliminar completamente la suciedad acumulada. Posteriormente, retira los residuos de agua con una jerga, de preferencia también nueva, hasta dejar secas las superficies.
Una vez limpio el tinaco o cisterna, es momento de proceder a su desinfección. Usa un balde de 10 litros, llénalo con agua y agrega 15 mililitros de Hipoclorito de Sodio (cloro normal de lavandería). Mezcla completamente para luego, con una jerga limpia, aplicar esta combinación en todas las superficies; usa también guantes de hule y cubrebocas. Es importante dejar actuar esta aplicación máximo 10 minutos; luego procede a rellenar tus depósitos.
Se debe mantener bien tapado tu tinaco o cisterna para evitar que entren polvo, animales y la luz solar, que provoca la proliferación de algas en el agua. Tapar tu cisterna o tinaco garantiza que el agua se mantenga en condiciones óptimas para su consumo.
Entre los beneficios más importantes de realizar la limpieza de cisternas y tinacos están: evitar el taponamiento de las tuberías, regaderas y grifos de tu casa; lograr que tus prendas blancas queden impecables al lavarlas; tener agua limpia para el aseo de tu hogar y para tu higiene personal; por supuesto, garantizas el evitar enfermedades diarreicas y de la piel.