Diario de Valderrueda
De aquelarres y carracas va la cosa...Por Marina Díez
martes, 19 de marzo de 2024, 08:44
CULTURA - PROVINCIA DE LEÓN

De aquelarres y carracas va la cosa...Por Marina Díez

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De aquelarres y carracas va la cosa...Por Marina Díez.

"Las carracas leonesas resuenan en Madrid".



No me imaginé que en estos días de aquelarres y poesía en los que estamos recorriendo el norte y centro de la Península vería arder mis pulmones. Siento una necesidad enorme de abrazar mi tierra y ver, por medio de mis ojos, aquellas estampas desoladoras que me llegan a través de la prensa y las redes sociales.


El Día Mundial de la Poesía –21 de marzo– en Madrid, en pleno Malasaña, las carracas leonesas retumbaban para hacer aún más solemne la entrada de la luz al acto poético. Perseguía con ello rendir homenaje a mi tierra y, a la vez, sobrecoger con su ruido a los asistentes; hoy, quien se estremece soy yo.


¿Cuánto tiempo tardaremos en reponer el daño causado? Hoy me encuentro dando voz a la mujer, la bruja, la luna… Hoy la tierra me llama. Quisiera sostener un puñado de ella en mis manos, tocarla, sentirla, sanarla. Pero no se puede. Lo que sí me es posible es hablaros sobre las quemas de brujas –lo poquito que he aprendido en estos años sobre ellas–.


¿Sabéis sus causas? Aunque se haya vendido que todo era una trama de la Iglesia, no fue así; es cierto que el miedo a lo desconocido, el practicar ritos y no ceder ante el Dios de la cruz llevó a muchas personas a la hoguera en Europa, pero no fue solo eso. Estoy segura de que desconocéis que el interés económico de los poderes civiles reinaba a sus anchas, y que la mayoría de las mujeres condenadas junto con sus hijos eran viudas, y lo que sus pueblos perseguían al castigarlas eran sus bienes. Curioso es que en España las cifras de esas condenas por brujería fueran las más bajas del antiguo continente. No hacía falta castigar a la mujer, ni a las brujas; ya no eran libres ni pensaban por sí mismas. Años atrás, se encargaron otros de eliminar las ciencias sanativas alternativas y el satanismo que las rodeaba.


Las matanzas más sangrientas tuvieron lugar en el norte: Alemania, Noruega, Polonia… Más de 400.000 personas fueron acusadas y juzgadas; de esas, el 25% se despidieron de este mundo rodeados del calor del fuego en su piel. Una auténtica salvajada. Hay otro motivo por el que, aun existiendo también brujos, la mayoría de muertes fueron de mujeres.


Recordad una cosa: todo esto sucedía recién concluida la peste. Una Europa debilitada por tan atroz enfermedad que dejó muchísimos muertos y que necesitaba repoblarse. ¿Cómo hacerlo? Destruyendo la sabiduría de los pueblos anteriores que con hierbas y rutinas controlaban la fecundidad de su pueblo. Sí, las parteras fueron quienes cargaron con la peor parte. Ellas, que dominaban el conocimiento de la naturaleza humana y su entorno como nadie, fueron extinguidas. Y durante siglos, se apartaron sus conocimientos de la población. Curioso que, de nuevo, las familias fueran numerosas. Muy interesante y desolador, pues hasta la época de los sesenta no pudimos volver a manejar nuestros cuerpos acorde a nuestros deseos y necesidades; al menos hasta la aparición de la píldora anticonceptiva.


Ahora, que hay mujeres que realmente comprendemos de nuevo la naturaleza, escuchamos a nuestros cuerpos e intentamos sanar aquello que nos duele; ahora, nos vuelven a llamar brujas. Nos revierten como «sorginas», aquellas mujeres sabias, independientes, poderosas, autónomas… Solo que nosotras, en lugar de aterrarnos por si nos lanzan a una hoguera, nos sentimos orgullosas de su significado. Por suerte, actualmente existen los derechos humanos y tenemos la esperanza de que se respeten –aunque en las calles veamos a diario que no es así, y nos continúen matando–. No somos ese reflejo de la bruja que sale en los cuentos de hadas, esa mujer vieja, fea, solitaria y maligna. Pero si vosotros vierais la sociedad a través de los ojos de aquellas ancianas, ¿no haríais lo mismo? ¿No os alejaríais para vivir en paz? ¿No ayudaríais solo a quien os pide consejo o solicita vuestra ayuda porque el resto están perdidos y no creen en vosotros?


Existen infinidad de estudios acerca de todo lo que os he escrito este domingo. Espero que os haya resultado interesante esta pincelada histórica de realidad.


Os recuerdo que el lunes 29 a las 18:00 en el Salón de actos del Ayuntamiento de León –entrada por la calle Alfonso V– realizaremos un recital en el que os explicaremos esto de nuevo, y con el que disfrutaremos de una tarde de poesía diferente e interesante de la mano de mujeres que brillan con luz propia, porque tienen magia. Ellas son las escritoras Vanesa Díez, Mercedes G. Rojo, Désirée Piñero y una tal Marina Díez.


Fuente: Marina Díez

Fotografía y vídeo: Marina Díez


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