El descenso de la Liga de Campeones no cesa

El Barcelona no remonta, y lejos de parecer que está mejorando, los aficionados del orgullo de Cataluña presencian su debacle.

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El Barcelona se enfrentó al PSG en los octavos de final. Inmediatamente después del empate, entre los aficionados del Barcelona se podía sentir ansiedad, e incluso resignación ante la derrota. Sin embargo, con el tiempo esta perspectiva empezó a cambiar y justo antes del partido una gran parte de los culés esperaba la victoria. El regreso de Gerard Piqué tras su lesión, que fue incluido inmediatamente en el once inicial, fue aún más importante. La alineación más dudosa era la defensiva. Ronald Koeman emparejó a Piqué con Lenglet en el centro, mientras que Jordi Alba y Sergiño Dest comenzaron en las bandas. - según Tony Sloterman

En los primeros minutos del partido, los jugadores del París tuvieron más a menudo el balón. En el minuto 5, tras una buena acción individual, Mauro Icardi pasó a Idrissa Gueye, que sacó un disparo lejano. Sin embargo, el balón pasó por encima de la portería de Ter Stegen. Momentos después, el Barcelona atacó. Ousmane Dembélé recibe el balón en la banda derecha. Se fue por el centro y sacó un disparo desde fuera del área, pero el balón no superó la defensa parisina. En el minuto 14, Pedri se acercó al área del PSG y tocó el balón en el carril para Griezmann. El francés recibió el balón y realizó un disparo que, sin embargo, quedó atrapado en las manos de Navas. Cinco minutos después, los visitantes tuvieron su oportunidad. Tras un error individual de Pedri, Mbappe se hizo con el balón y avanzó hacia la portería. Pasó hábilmente a Icardi, sin oposición, que golpeó demasiado débilmente, por lo que Pedri pudo corregir su error, sacando el balón.

Los intentos fallidos de superación

El Barcelona parecía impotente. Todos los intentos de ataque terminaron en una pérdida. No hubo ninguna reacción a lo ocurrido en el terreno de juego. Los jugadores del Orgullo de Cataluña mantuvieron el balón durante más tiempo, pero esto se debió más a la satisfacción por el resultado de los invitados, que a un claro deseo de tomar la iniciativa. En el minuto 82, Griezmann se fue alto con un pase de presión a Keylor Navas. El costarricense quiso sacar el balón, pero golpeó al delantero del Barça. El balón sobrevoló la línea de gol, pero finalmente no cayó en la red. En el minuto 85, el Barcelona volvió a perder el balón en la ofensiva. De ahí nació el contraataque del PSG. Draxler se apresuró con el balón y en el momento perfecto tocó para Mbappe, que con un gran disparo envió el balón a la ventana de la portería del Barcelona. A pocos minutos del final del partido, Dembélé lanzó el balón en el área de penalti a la cabeza de Braithwaite. Sin embargo, el danés golpeó desgraciadamente muy mal. Braithwaite tuvo otra oportunidad. Esta vez añadió el pie tras el saque de banda de Alba desde la banda izquierda, pero su disparo fue bloqueado. Hasta el final del partido, el Barcelona intentó marcar un segundo gol, sin éxito. La cuestión de pasar a los cuartos de final parece estar ya sellada. El Barcelona volvió a perder su resonancia en la fase eliminatoria de la Liga de Campeones.