La importancia del termómetro como herramienta indispensable durante el COVID-19
Durante muchas décadas, el termómetro ha sido la principal herramienta para la detección de enfermedades infecciosas y, desde luego, también para detectar los cambios de temperatura que derivan en fiebre, para así aplicar el tratamiento correcto en el momento adecuado.
Con la aparición del COVID-19, la crisis sanitaria y las posteriores medidas preventivas, la figura del termómetro no ha hecho más que acrecentar su importancia, tanto en las clínicas y hospitales, donde su utilización es frecuente, como en los hogares, centros comerciales y demás locales con afluencia de público, donde se ha establecido tomar la temperatura de cada persona como obligación legal, y algunas empresas lo han estimado conveniente de cara a la seguridad de todos los que circulen por sus instalaciones.
El termómetro y la detección de casos de COVID-19
Al igual que en otros brotes infecciosos como el SARS, el MERS y el virus del Ébola, en el caso del COVID-19, uno de los síntomas más claros de una persona contagiada es tener fiebre, o lo que es igual, una temperatura corporal superior a los 38 grados.
Por eso, detectar la fiebre en cualquier persona, ya sean empleados en una empresa, clientes en un local comercial, viajeros ingresando a un aeropuerto o muchos pacientes ingresando a un hospital, se ha convertido en una necesidad impostergable y en un trabajo que debe ser llevado a cabo con la máxima seguridad y rigor, por la seguridad propia del encargado de tomar la temperatura, pero también por la necesidad de obtener un dato fiable que permita tomar acciones.
Es ahí donde la figura del termómetro sin contacto cobra especial relevancia. Llamado también termómetro de frente, por el lugar donde se apunta para obtener la temperatura; y hasta termómetro láser, por contar con un puntero que indica hacia dónde se está apuntando al tomar la temperatura, es un aparato que mide la temperatura pero que no necesita que una persona tenga contacto con la otra durante la realización de ese proceso.
Comúnmente utilizado en bebés -para tomar la temperatura sin despertarlos-, son fundamentales para empresas, hospitales, locales comerciales y hasta para familias, porque permite que a varios centímetros de distancia se pueda conocer la temperatura de otra persona, sin riesgo de contagiarse, porque no habría contacto.
En la web https://oximetrodedo.com/termometro-frente/ se pueden ver algunos de los modelos de termómetros de frente o sin contacto, más populares y de mayor calidad, tanto para uso doméstico o empresarial como también para el uso dentro de clínicas y hospitales.
Comprar el termómetro sin contacto correctamente
Con la consideración de la OMS del COVID-19 como una pandemia y con las medidas inéditas y extraordinarias tomadas por muchos países, el termómetro sin contacto ha pasado a formar parte de las medidas de la “nueva normalidad”, incluyendo también el lavado frecuente de manos, el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
Sin embargo, hay consejos que se deben tener en cuenta en el caso de que necesite adquirir un termómetro de frente para la empresa, con el fin de llevar un registro de las personas que acceden a su local comercial o para utilizar en su servicio como personal sanitario:
- Precisión: cuando la medida de temperatura se hace a distancia, sin contacto, muchas variables intervienen. El sudor, la presión arterial, la temperatura ambiental y el viento que circule entre la persona objetivo y el termómetro. Un termómetro de frente de calidad debe tener una alta precisión, configurado de antemano para tener en cuenta esas variables, y a pesar de ello, mostrar únicamente el valor real, el de la temperatura corporal.
- Pantalla: por la situación que se vive, al comprar un termómetro de este tipo se debe considerar que la pantalla sea retroiluminada -para poder utilizarlo por la noche-, y que tenga color verde para dígitos por debajo de los 38 grados, y rojo para cuando tenga fiebre la persona objetivo. Esto, aunque parezca un aspecto estético, permitirá advertir de una forma más sencilla la existencia o no de un potencial caso, a la vez que podrá utilizarse en sitios de baja luminosidad.
- Apagado automático: al ser dispositivos inalámbricos, utilizan baterías de litio para cargarse. Lo ideal es que tengan funciones de apagado automático de 5, 10, 20 o 30 segundos, para que pueda utilizarse durante mucho más tiempo y para que no se tenga que hacer manualmente.
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