La leonesa Marina Díez publica su tercer poemario dando voz a las mujeres maltratadas
Hace un mes la poeta leonesa de Sopeña de Curueño, Marina Díez Fernandez, sacaba a la luz su tercera obra publicada: “Despierta”.
Un poemario escrito en voz de mujer maltratada que busca remover el alma del lector y dar voz, visibilizando en la sociedad una pandemia que no entiende de edades, poder adquisitivo o cultura.
En él se ven muy explícitamente reflejados los escalones de una relación tóxica de violencia machista, las distintas barbaries por las que pasan cada día muchas mujeres, incluso está “curtain” en voz de maltratador. Al final del libro hay una guía del 016 por si alguien al leerlo se siente reflejado en él y necesita pedir ayuda.
Aún no hay fecha para la presentación del poemario, pero ya se puede encontrar en amazon: https://www.amazon.es/Despierta-Marina-Diez-Fernandez/dp/1978347782/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1508704156&sr=8-1&keywords=marina+diez+despierta o en la librería Doce Gráficas en León.
Poemas que se pueden incluir en la nota:
Escúchame
A veces,
me gustaría no tener
que ser tan valiente
y ser más libre:
Salir a la calle
sin mirar a los lados,
sentarme en un bar
de espaldas a la puerta,
pasear por donde antes
caminaba tranquila
sin que el corazón esté
a punto de estallarme.
No me consuela la idea de seguir ¿viva?
resisto a medias,
me aterra pensar en todas las mujeres que estamos así
en el limbo de la muerte en vida.
No se nos ve,
ni se nos escucha
ni siquiera somos cifras en las noticias
no nos hemos muerto,
no nos han matado
nuestras atrocidades en carne y alma no cuentan
no hay datos
dan igual las denuncias
escasas
(no todas llegamos, no nos atrevemos
Total, ¿para qué?)
no importa que esos animales,
porque permitidme la licencia, desde luego personas no son,
continúen con sus vidas como si nada,
repitiendo el patrón
¿o sí?
un día, ya es tarde
y llega la cifra,
una mujer menos,
una cifra más…
y nada cambia.
No tenemos voz,
sí ayudas insuficientes
y la sociedad no reacciona,
no nos ven.
Escuchadnos,
dadnos voz
frenad esta barbarie
que no entiende ni de edades, poder adquisitivo o cultura,
nos puede tocar a cualquiera
somos cualquiera
y estamos entre vosotros
en ese limbo de intentar sobrevivir
con el terror pasado y el presente-futuro incierto
atado a los hilos de un demente
y sus fábulas recreadas en un cuerpo vivo,
el mío, el tuyo, el de ella,
aferrándonos a una vida
en la que, sinceramente, aunque luchemos,
vivimos a medias.
Curtain
-Sssssh-
“¡Sonríe!
tenemos visita.
Prepara este hogar, de postal,
para que salga bien la función.
No vaya a ser que me enfades
y, cuando se vayan,
vuelva yo con las consecuencias de tus actos.
No cortes los hilos de marioneta.
Tus movimientos, tus palabras, tus pensamientos
deben salir de los míos
y lo sabes.”
-Sssssh-
“Sé buena y todo irá bien.
Tranquila,
solo es una actuación más.
Pero cuidado”
-Sssssh-
“No vaya a ser que sea la última”.
Soy alguien
Soy despistada,
de eso te serviste
o me desorientaste, aún más.
Cogiste mis sueños e ilusiones
y los dibujaste imposibles,
ante mi ineptitud según tus ojos.
Poco a poco, me fuiste pincelando
pequeña,
mediocre,
inservible
y afortunada de tenerte a mi lado.
Si no ¿qué iba a ser de mí?
¡Ya ves!
No puedo hacerlo sola:
te necesito.
Me hiciste dependiente
para luego reprocharme el serlo.
¡Idiota!
Resulta que sí puedo,
y que sí sirvo.
Estoy creciendo a medida que me alejo de ti
y de tu rencor,
del miedo que me enfundabas,
de tus prohibiciones y apariencias.
Fíjate: incluso ahora que brillo,
todavía me veo dependiente,
necesito personas a mi lado
que asientan con la cabeza
mostrándome un continúa.
Afortunadamente estoy desaprendiendo nuestro camino
y soy conocedora de los pasos que dimos.
Por suerte, tengo la oportunidad de aprender a vivir mi vida.
Mi vida.
Resulta que sí podía,
que soy más alguien sin ti
que contigo.
Y resulta que sí.
Que soy.
Soy alguien.
Soy:
yo.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Marina Diez Fernandez