Árboles emblemáticos que te sorprenderán en la Montaña Leonesa
Árboles emblemáticos que te sorprenderán en la Montaña Oriental Leonesa.
Destacan por su tamaño, forma, edad, rareza, origen biológico, estado de conservación, o belleza, y constituyen auténticas joyas naturales.
La Montaña Oriental Leonesa esconde entre sus bellos parajes auténticos tesoros en forma de árboles, como estos ocho ejemplares considerados singulares por destacar entre los demás debido a su tamaño, forma, edad, rareza, origen biológico, estado de conservación, o belleza.
El Roblón de Cuesta Fría
Dentro del Hayedo de Cuesta Fría, situado en los Picos de Europa leoneses y declarado Patrimonio de la Humanidad, podemos encontrar el Roblón de Cuesta Fría, que crece al pie de las cumbres calizas de los Moledizos, en el Valle de Valdeón.
Se trata de un ejemplar híbrido de roble albar y roble común, que destaca tanto por su edad como por su tamaño. Cuenta con una antigüedad de unos 513 años, un perímetro en la base de 8,10 metros y una altura de 18,20 metros.
El castaño de Solasiella
También dentro de la vertiente leonesa del Parque Nacional de los Picos de Europa, pero en este caso en el Valle de Sajambre, se encuentra el castaño de Solasiella (Castanea sativa), un árbol singular y mágico que ha sido testigo del paso del tiempo durante casi 600 años.
Su imponente tamaño sorprende para quienes se acercan al paraje de La Solasiella de Ribota de Sajambre. Supera los 20 metros de altura, su perímetro sobrepasa los 7 metros, y su copa alcanza también la veintena de metros.
El Roblón del Prao Barrial
De nuevo en el Valle de Sajambre, pero esta vez en el paraje de Verrunde, podemos localizar el Roblón del Prao Barrial (híbrido de Quercus petraea y Quercus pyrenaica), un impresionante roble albar que sorprende por su sinuoso aspecto.
Este ejemplar de los Picos de Europa leoneses ostenta, además, el título del árbol más espigado de los de su clase en León, seguido del Roblón del Sestil en Boca de Huérgano, y el del árbol silvestre más alto de la provincia con sus 27,5 metros. Además, su singularidad viene dada también por ser un roble casi milenario, tiene 842 años de edad.
El Roblón de Los Villares
Ahora nos trasladamos hasta la Sierra de los Villares, en Remolina, para descubrir otra joya de la naturaleza, el Roblón de Los Villares. Es un híbrido de las especies Quercus petraea y Quercus robur que no deja a nadie indiferente por su tamaño, 16,7 metros de altura y 9,2 de perímetro en la base.
Además, este árbol también es singular porque se le calcula una edad aproximada de 494 años. Por lo tanto, es otro de esos ejemplares dignos de una visita, dado que su entorno también sorprende por su exuberante belleza.
Roblón de la loma de Cueto Rey
Otro de esos 'roblones' emblemáticos de la Montaña Oriental Leonesa es el Roblón de la loma de Cueto Rey, un híbrido casi milenario de Quercus petraea y Quercus pyrenaica que destaca en un entorno mágico y protegido, el Bosque de Hormas, situado entre los municipios de Riaño y Boca de Huérgano.
Este descomunal roble es el más longevo de la Provincia de León al contar con una edad aproximada de 900 años. Pero, además, destaca por su altura, de unos 16 metros, y por contar con un perímetro de unos 8,30 metros en su base.
Tilarón de Castrovelloso
No podemos olvidar tampoco el Tilarón de Castrovelloso, un tilo de hoja ancha (Tili platyphyllos) situado a 1.329 metros de altitud en el paraje de Castrovelloso, en Redipollos.
Es un árbol viejo, de tronco grueso y retorcido, pero con ramas recias que miran al cielo del Alto Porma. Su altura es de 16,2 metros, mientras que su perímetro en la base alcanza los 6,8 y su copa llega a los 15 metros.
Otros ejemplares sorprendentes: Plagamón de Trea y Roble de las Jayas de Polea
Dos ejemplares más sorprendentes por su tamaño se encuentran en el Valle de Valdeón, de nuevo en la vertiente leonesa del Parque Nacional de los Picos de Europa. Son el Plagamón de Trea, en Caín, y el Roble de las Jayas de Polea, en Caldevilla.
El primero de ellos es un arce blanco (Acer pseudoplatanus) que se encuentra en la conocida Canal de Trea. Al mirarlo, la vista se nos va cada vez más arriba para contemplar sus 22 metros de altura, aunque tampoco deja nada que desear su gran tronco con un perímetro en la base de 6,70 metros.
Por su parte, el Roble de las Jayas de Polea, híbrido de las especies Quercus petraea y Quercus pyrenaica se sitúa en el paraje El Carrizal y aunque no supera la veintena de metros, se queda cerca con 19. Eso sí, tronco está bien asentado con un perímetro de 7,9 metros.
Fuente: Diario de Valderrueda
Fotografía: Turismo Montaña de Riaño; José María Escapa; Ernesto Rubio