Casas prefabricadas: disfruta del hogar de tus sueños al mejor precio
El mercado de la vivienda está atravesando un periodo en el que el encarecimiento de los precios y la alta demanda ha puesto en tela de juicio la viabilidad económica de un amplio volumen de personas. Comprar una casa ya es una operación comercial que muchos consideran como utópica. Sin embargo, tendencias como las casas prefabricadas han llegado para quedarse y cambiar las cosas; optimizando así la accesibilidad a un hogar para buena parte de la sociedad. Una modalidad que promueve el ahorro desde diferentes puntos de vista y que hoy venimos a analizar en detalle.
El ahorro de las casas prefabricadas
Las casas prefabricadas son viviendas que se producen en un entorno industrial bajo unos protocolos de construcción controlados. De este modo, quien se acoge a dicha modalidad evita el despliegue de medios que supone una obra en un terreno, lo cual lleva directamente a ahorrar ingentes cantidades de dinero.
Tal ha sido la popularidad de esta metodología que ya hay portales web especializados en la materia. Un claro ejemplo de ello es EvoHous: una plataforma de carácter informativo en la que te puedes documentar sobre todo lo que deberías conocer acerca de las casas prefabricadas y modulares.
En cuanto al precio de este tipo de inmuebles, conviene señalar que el rango suele variar según las dimensiones de la casa, los materiales empleados, el tipo de transporte y montaje o los permisos y licencias que se requieran. Sin embargo, en términos generales, las casas de diseño estándar de 50 metros cuadrados suelen costar entre 50.000€ y 90.000€; mientras que, las más grandes, pueden superar los 150.000€ fácilmente. Sea como sea, la comparación con construir la vivienda desde cero por la vía tradicional o incluso adquirir una ya edificada es más que considerable.
Sistemas que incentivan el ahorro a largo plazo
El mero hecho de suprimir el proceso de obra asociado a la construcción tradicional ya supone un ahorro considerable en las casas prefabricadas. Sin embargo, existen otros factores que promueven la reducción de los costes incluso cuando ya se disponen de las llaves del inmueble.
Veamos algunos de ellos para así evidenciar, más si cabe, lo positivo que resulta abogar por esta tendencia inmobiliaria. Una oportunidad que muchos ya consideran como la solución perfecta al problema de la vivienda actual.
Materiales aislantes y diseños inteligentes
Los materiales empleados en la producción de viviendas prefabricadas tienen un carácter aislante que permiten optimizar la eficiencia energética del lugar. Ejemplo de ello es la madera que, por un precio de entre 1.000€ y 1.800€ por metro cuadrado, optimiza al máximo la protección térmica de la construcción en pro de su climatización. Aunque, si quieres que este aislamiento también goce de una resistencia impecable, entonces lo mejor es poner el foco en las casas de hormigón, cuyo valor puede llegar a los 2.500€ por metro cuadrado.
En cuanto al diseño, las empresas detrás de la fabricación de estas viviendas emplean sistemas BIM con los que controlan al milímetro cada fase del desarrollo. Gracias a estos programas pueden crear diseños inteligentes que, una vez más, mejoren las condiciones de eficiencia energética a favor del ahorro económico de los habitantes de la casa. Incrementando, al mismo tiempo, su habitabilidad.
La domótica como medio para el ahorro
Las casas prefabricadas también han puesto el foco en los dispositivos de domótica; motivo por el que muchos se refieren a estas propiedades como “viviendas inteligentes”. El despliegue tecnológico es otro de los puntos que se deben tener en cuenta cuando se habla del coste de dichas construcciones, ya que a largo plazo optimizan (de nuevo) el ahorro.
Los sistemas de gestión de energía ayudan a controlar el gasto de electricidad, gas y agua para reducir significativamente el coste de las facturas. Además, los electrodomésticos se pueden manejar con equipos de domótica que sacan partido a las funciones “eco”. Todo esto, sumado a la posibilidad de instalar dispositivos inteligentes de seguridad, con los que se evitan los actos delictivos que llevan a pérdidas financieras, es la prueba de que nos encontramos ante unas casas que protegen tanto el bienestar personal como el económico.