El psicólogo es un aliado y acompañante para la buena salud mental

La salud mental debe ser motivo de atención y cuidados en todo momento. La mejor manera de siempre sentirse bien con uno mismo y con las situaciones del alrededor es acudiendo a terapia regularmente.

El acompañamiento emocional siempre es necesario, sin importar la etapa de la vida en la que se encuentre la persona. Las adversidades del día a día muchas veces pueden desgastar a un individuo, por lo que es importante procurar que reciba apoyo de la familia, amigos y, en casos más graves, de un profesional.

Y es que ciertos obstáculos pueden generar estragos en la salud mental de una persona. Normalmente se pueden superar los problemas y las tragedias, pero a veces el golpe es tan fuerte que ni siquiera los seres queridos pueden hacer algo para ayudar. En estos casos, es necesario acudir a un buen psicólogo que tenga las herramientas para que el paciente pueda salir de ese hueco.

Los expertos en psicología se encargan de aplicar diversas terapias y técnicas psicológicas en el paciente, con el propósito de que pueda obtener la fortaleza necesaria para resolver el problema que le aqueja. Los psicólogos funcionan como una guía, como una linterna que ilumina la oscuridad en la que se encuentra el paciente, de modo de que este pueda encontrar la luz que necesita.

Cómo encontrar a un psicólogo ideal

A la hora de acudir a un servicio de salud mental es necesario cerciorarse de que se está visitando una clínica psicológica de calidad. Los madrileños tienen la suerte de que la gran mayoría de Psicólogos Madrid Centro trabajan en espacios con prestigio y profesionalismo, donde se tiene al paciente como principal prioridad.

Un detalle que denota la calidad de un centro clínico es la variedad de terapias que aplican. Cada paciente necesita un tratamiento adaptado a su caso, razón por la que una terapia específica (o una combinación de varias) puede ser la mejor opción para una persona u otra.

Por ejemplo, puede que una persona se beneficie más de la terapia cognitivo conductual, pues es la ideal para modificar conducta y cognición. Mientras, el psicólogo puede considerar que para otro paciente lo ideal es la terapia EMDR, recomendada para ansiedad y traumas. Entre otras terapias muy comunes están la terapia de aceptación y compromiso, el psicoanálisis e, incluso, las terapias basadas en realidad virtual.

Es recomendable también que en el centro psicológico se cuente con el apoyo de un psiquiatra. Muchas veces la psicoterapia debe complementarse con medicamentos especiales, los cuales deben ser recetados por un experto en psiquiatría. Cuando el psicólogo y psiquiatra trabajan en conjunto se puede obtener un tratamiento multidisciplinar que permite conseguir resultados más rápidos y efectivos.

La importancia de la psicoterapia

A la hora de enfrentar los dilemas internos, muchos prefieren buscar el camino fácil. Hay servicios de coaching o astrología, entre otros, que se presentan como una solución a cualquier tipo de problema que pueda existir: ansiedad, depresión, peleas de pareja, entre otros. Nada más alejado de la realidad.

La terapia psicológica, a diferencia de los servicios ya mencionados, está avalada científicamente, y tiene evidencia que sustenta sus resultados. Esto significa que acudir al psicólogo sí funciona, y es la manera más sana de trabajar en problemas internos que dificultan el desenvolvimiento normal de la persona en el día a día.

Pero muchos se preguntan por qué sus problemas no se solucionan, a pesar de haber asistido al psicólogo. Siguen con la misma mentalidad de encontrar una solución sencilla: lo cierto es que la terapia psicológica es un trabajo en conjunto entre el profesional y el paciente. Es necesario que la persona realice un esfuerzo y verdaderamente trabaje para enfrentar los obstáculos que se le presentan.

El psicólogo no es un mago que dirá unas palabras y solucionará los problemas del paciente al instante. Cumple más la función de facilitar un cambio, de guiar a la persona y de darle las herramientas para que ella misma logre cumplir sus objetivos. No es tarea fácil, pero el bienestar mental que se consigue al final del camino hace que todo el proceso valga la pena.