Diario de Valderrueda
El chapuzón, quizá no tan placentero, del oso avistado en el embalse de Riaño
sábado, 27 de abril de 2024, 19:30
OPINIÓN - FAUNA

El chapuzón, quizá no tan placentero, del oso avistado en el embalse de Riaño

|

El chapuzón, quizá no tan placentero, del oso avistado en el embalse de Riaño.

 

36aa61ae 45f9 42a9 9300 6cf318c86130

 

Hace unos días, complementados con el correspondiente vídeo, se podían leer en varios e importantes digitales los siguientes titulares: “Sorprendido un oso dándose un baño en el pantano de Riaño en León” (Diario de Castilla y León – El Mundo); “El baño de un oso en el pantano de Riaño para aliviar el calor” (El Comercio); “El refrescante baño de un oso en el pantano de Riaño” (Diario de León); “El excepcional vídeo de un oso dándose un chapuzón en el Embalse de Riaño” (Diario de Valderrueda); “El calor obliga a un oso a darse un chapuzón en el embalse de Riaño” (Leonoticias); “El sorprendente vídeo de un oso dándose un chapuzón en el embalse de Riaño” (El Español).

 

 

Parece evidente que todos los titulares coinciden en que el calor reinante en ese momento fue el motivo por el cual el oso decidió darse un baño o chapuzón. No obstante, y sin ánimo de polemizar, en mi opinión, ese baño del animal pudo haber sido más estresante que placentero para él. Mi hipótesis al respecto, salvo una mala interpretación por mi parte de la narración de quienes vieron y grabaron la escena (incluido el raro ruido que escucharon, semejante a bufidos), es que el oso, en esa ocasión, utilizó el agua como válvula de escape.

 

Soy natural de Huelde, pueblo en su día vecino de Horcadas y primero de los anegados por las aguas del pantano. Al igual que otras personas que nacieron y vivieron allí, me muevo con bastante asiduidad por ese paraje, sobre todo en primavera y verano, y es cierto que, en el espacio comprendido entre la carretera nacional y la inmediata orilla del embalse hay, entre otros árboles y arbustos, bastantes cerezos silvestres que en esta época y cuando el fruto es abundante, sin duda, atraen al plantígrado.

 

En los últimos días, desde mi ignorancia al respecto, he procurado informarme con mayor rigor sobre la vida y costumbres del oso pardo cantábrico y, en función de ello, he llegado a la conclusión de que el plantígrado avistado cerca de Horcadas la pasada semana podría tratarse del mismo ejemplar que yo pude observar en julio del año pasado en la misma zona, y que, además, como ya he mencionado anteriormente, el baño grabado en esta ocasión podría no haber sido tan placentero para el oso porque, a mi juicio, el plantígrado se dio un chapuzón no previsto, pero sí obligado por las circunstancias. Es decir, detectó presencia humana y decidió poner agua de por medio.

 

Ef354c07 519a 479e 9b87 911602ab5501

 

Parece ser que es bastante habitual que los osos frecuenten las mismas zonas de campeo (argot de quienes saben) en determinadas épocas del año, circunstancia que contribuiría a corroborar que el oso avistado hace unos días cerca de Horcadas sea el mismo que yo pude observar brevemente el año pasado en la misma zona y en análogas fechas.

 

Pues bien, como ya he mencionado y ahora detallo, el 11 de julio de 2022, sobre las ocho de la tarde, tuve la oportunidad de divisar a un oso (esa vez sí) dándose un placentero baño.

 

Sucedió tras oír un fuerte chapoteo en el agua. En principio no le di mayor importancia, pero como el ruido continuaba hice lo posible por saber de dónde provenía. Estuve como un minuto observando sin poder determinar exactamente qué o quién podía ser. Era una tarde de máximo calor en la Montaña Leonesa y pensé que podría tratarse de algún animal, aparentemente grande, que se había acercado a la orilla del pantano con la intención de refrescarse, pero nunca se me pasó por la cabeza que podría tratarse de un oso, circunstancia de la que me di cuenta cuando el animal terminó su baño, salió otra vez para la orilla, se sacudió el agua y tranquilamente se internó en las sombras propiciadas por los árboles cercanos al lugar de su premeditado chapuzón. Así es que, cuando de nuevo el plantígrado pisó tierra firme, dispuse de muy poco tiempo para “disparar” cuatro o cinco fotografías apresuradas y de poca calidad, como bien se aprecia en parte del testimonio gráfico que se acompaña.

 

8f51ac2c f61e 4050 a2fc 948bb885b5f6

 

Al día siguiente, con bastante precaución, volví por la zona y tuve la oportunidad de fotografiar sus huellas a unos centenares de metros del lugar donde se había refrescado a última hora del día anterior, y también pude observar la existencia de piedras removidas, algunas de considerable tamaño; practica, parece ser, bastante habitual entre los osos cuando buscan un determinado tipo de alimento.

 

Su manera de refrescarse en aquel momento consistió en alzarse reiteradamente sobre las patas traseras y chapotear en el agua con las delanteras, apenas alejándose unos metros de la orilla, por lo que deduzco que, previo al avistamiento de hace unos días, el oso olfateó o vio a las personas de Horcadas antes de que ellos lo vieran a él y, por la razón que fuera, decidió huir cruzando de lado a lado esa zona del pantano (la travesía en esta época es corta), por lo que ellos supieron que se trataba de un oso, al igual que me ocurrió a mí, cuando el animal llegó a la otra orilla, según las imágenes, un tanto despavorido.

 

Lo que parece bastante evidente es que el oso, en el probable caso de que se trate del mismo ejemplar, le cogió cariño a la zona; y si el año pasado permaneció por allí, al menos, todo el mes de julio, este año, de momento, va por el mismo camino.

 

E89a56c2 6c08 4420 b8b6 2a6183585156

 

Es de esperar, en todo caso, que el animal no cause ningún daño en propiedades privadas, como pudieran ser, entre otras, huertos y colmenas, y, mucho menos, dañe a las posibles crías del ganado caballar que pasta por la zona, circunstancia esta última, al parecer, poco frecuente.

 

Soy absolutamente partidario de la conservación de la naturaleza en todas sus vertientes, incluida, como no, la preservación en su justa medida de toda la fauna que la habita. Sin embargo, la entrada descontrolada de estos animales cerca de los núcleos habitados de la Montaña Leonesa e invadiendo zonas en las que, desde siempre, nos hemos movido sin temor alguno, debe de llevarnos a una reflexión sobre el peligro que puede conllevar un súbito encuentro con el oso, sobre todo, si el animal estuviera encamado en el momento del encuentro.

 

Parece evidente que ese mismo animal ya estuvo el año pasado, durante más de un mes, pateando el lugar sin que, por la razón que fuera, los organismos e instituciones competentes en la materia hayan impedido (quizá no sea tarea fácil) que, un año después, ese oso, de nuevo establezca su base veraniega muy cerca del mismo núcleo habitado.

 

73e19e3e e621 4aa5 a7a5 c952a99e3295

 

Supongo que no será muy agradable salir a pasear a las afueras, en este caso de Horcadas, con el temor de encontrarse con el oso a sabiendas de que, muy probablemente, el ejemplar visto el año pasado sea el mismo que repite asentamiento estival en las inmediaciones del pueblo y que, si no se toman medidas razonables, tal vez el próximo año vuelva a convertirse en el protagonista del verano.

 

Existe un protocolo de intervención con osos en la cordillera cantábrica, aprobado por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad el 24 de enero de 2019, en el que, específicamente, se contemplan tres posibles actuaciones respecto a osos catalogados como: Oso con problemas, oso habituado y oso problemático.

Cabe suponer (aunque una lectura reposada del protocolo me genera dudas) que, en el probable caso de que el oso que nos ocupa sea el mismo ejemplar que el año pasado se estableció en idéntica zona de campeo, nos encontraríamos ante el que en el protocolo se denomina como oso habituado.

 

Cada especie, incluidos los humanos, tiene sus espacios preferentes y, en todo caso, las zonas urbanas y peri-urbanas no deben de formar parte del hábitat de los osos, por lo que es de esperar que, previa actuación en tiempo y forma de quien corresponda, los tranquilos y saludables paseos que desde siempre las personas han llevado a cabo en un radio razonable en torno a los pueblos montañeses que habitan, puedan seguir disfrutándose sin temor a sobresaltos.

 

En consecuencia, no acabo de entender a quienes se rasgan las vestiduras por detallar geográficamente situaciones tan concretas como esta y, en su caso, peligrosas.

Por cierto, y refiriéndome al año pasado, semanas después de mi avistamiento, gentes de Crémenes, cuando subían en coche a última hora de la tarde hacia Riaño para asistir, creo recordar, al festival de música celebrado el sábado 30 de julio de 2022, se toparon con el oso tratando de cruzar la carretera. Al parecer, incluso llegó a tocar el coche en un lateral. Lógicamente no pararon hasta llegar a Riaño y allí pudieron comprobar que, al igual que el plantígrado, afortunadamente, el coche había salido indemne.

 

Fuente: Luis Carlos García 

Fotografía: Luis Carlos García

 

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

APOYOS OFICIALES

© DiarioDeValderrueda.es - Periódico Digital de Noticias y Eventos de la Montaña Oriental Leonesa y la Montaña Palentina


Calle La Puente Nº 47, Valderrueda, 24882 (León) - Todos derechos reservados

Diario de Valderrueda ha sido beneficiario del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que se ha renovado el diseño y se han creado aplicaciones móviles, para mejorar el posicionamiento web, la usabilidad y la creación de un canal propio de distribución de contenidos. Esta acción ha tenido lugar durante 2018. Para ello ha contado con el apoyo del Programa TICCámaras de la Cámara de Comercio de León.