La Junta regulará por decreto el sector micológico
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, anunció ayer la intención del Gobierno regional de combatir la economía sumergida y garantizar el control sanitario del aprovechamiento de setas, un recurso «con pasado, presente y mucho futuro» que rentabilizar.
El camino elegido para ello «no será el de la instauración de una lonja o mercado a gran escala», como propuso ayer por la tarde en el pleno de las Cortes regionales el parlamentario de Ciudadanos (C’s) David Castaño, ya que es una competencia del Gobierno central, matizó el consejero.
Son competentes en esa materia los ministerios de Hacienda y Administraciones Públicas; de Economía y Empleo; y de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, precisó Suárez-Quiñones. «Más que esa lonja con fines industriales, comerciales, mercantiles y de transformación, la estrategia elegida sería la figura del intermediario, para lo cual habría que modificar la Ley del IVA», prosiguió.
El intermediario garantizaría el control de las transacciones, generalmente desde particulares a minoristas sin factura de por medio y en ocasiones sin ningún tipo de identificación.
Todo ello formará parte de un decreto regulador de la actividad micológica que podría entrar en vigor antes del inicio de una nueva campaña de recogida, el próximo otoño, anunció el consejero de Fomento y Medio Ambiente.
De esta manera, Castilla y León mantendría su posición de avanzadilla dentro de este sector desde que puso en marcha, la única en España, una marca de garantía (Setas de Castilla y León) y la convocatoria de un mercado en Soria (Mercasetas).
«Regulará de forma integral» todo el proceso y ofrecerá un cuerpo normativo al acuerdo alcanzado, con los mismos fines, la Junta de Castilla y León y las diputaciones provinciales.
La comunidad autónoma concedió 90.000 permisos anuales de recolección durante los dos últimos ejercicios.
El actual modelo para gestionar los recursos micológicos esta implantado actualmente en siete de las nueve provincias de la comunidad, en las que para poder recolectar setas es necesaria la obtención de un permiso. Se trata de un sistema voluntario mediante el pago de una pequeña cantidad de dinero que en general se acepta favorablemente tanto por los recolectores locales como por los foráneos.
León y Palencia son las dos únicas provincias que no cuentan con esta regulación implantada por la Junta, ya que al ser un proyecto voluntario, en el que los propietarios de los terrenos, a través de sus diputaciones, se adhieren por voluntad propia.
Fuente: diariodeleon.es
Fotografía: archivos